El alemán Kim Schmitz cuenta con un extenso prontuario por delitos como el fraude informático y el manejo de información privilegiada.
La adquisición de su mansión en Nueva Zelanda fue uno de los detonantes de la investigación del FBI.
Este viernes uno de los blogs del medio español El Mundo hizo una recopilación de los diversos hitos y delitos del fundador de Megaupload, el alemán Kim Schmitz, quién fue detenido este jueves en Nueva Zelanda tras un amplio operativo liderado por el FBI para combatir la piratería en línea.
La publicación, titulada "El doctor Kimble", resalta que a los 20 años ya gestionaba tarjetas de crédito robadas y que en reiteradas ocasiones ha sido condenado por delitos, como fraude informático y manipulación de objetos robados, pero que nunca ha llegado a pisar la cárcel.
Además cuenta cómo movió acciones y administró empresas que posteriormente quebraron, entre las que figuran LetsBuyIt.com, Monkey AG y Kimvestor AG, e incluso posteriormente fue vinculado al "mayor caso alemán contra el uso de información privilegiada".
La biografía de El Mundo también hizo referencias a su afición a Gumball 3000, una carrera en la que los participantes recorren las carreteras de Europa en reiteradas ocasiones perseguidos por la policía, ya que es un evento ilegal.
Nuevo rico
"Después de fundar Megaupload (en 2005) desapareció, que es lo que hacen los multimillonarios", sentencia el artículo. Y para ese entonces ya ocupaba seudónimos como "Kimble", en supuesto homenaje al personaje de "El fugitivo", o Kim "Dotcom", como también lo identificó el FBI y el Departamento de Justicia estadounidense durante la investigación que ahora lo tiene detenido y a punto de ser procesado en Nueva Zelanda.
Pero su reaparición en 2010, cuando compró la mayor mansión en el país que ahora lo tiene retenido, fue uno de los detonantes de la investigación que culminó este jueves con la detención de miembros administrativos de Megaupload.
"Una de las cosas que extrañan de este tipo de mangantes es que dedicándose presuntamente a la innovación (así son las mañanitas que les cantan los parásitos) sean tan tradicionales y vulgares a la hora del crimen", cierra El Mundo.
