La pintura de Gustave Courbet presenta un pubis femenino en primer plano.
Deborah de Robertis se basó en él para realizar una performance en el Museo de Orsay.
El lienzo perteneció al sicoanalista Jacques Lacan.
El emblemático lienzo del artista francés Gustave Courbet que presenta el pubis de una mujer en primer plano, denominado "El origen del mundo", protagoniza una exposición sobre la representación del desnudo femenino a lo largo de la historia que se realiza en Ornans, ciudad situada en el este de Francia.
"Ese oscuro objeto de deseos" es el título que el museo dedicado al creador en su localidad, en colaboración con el parisino Museo de Orsay, han dado a una muestra que puede visitarse desde el 7 de junio hasta el 1 de septiembre.
"Una obra inclasificable y ambigua, tan fascinante como turbadora", es la presentación del Museo Courbet de la pintura más celebre de un artista casi desconocido en vida e ignorado por el público hasta 1995, cuando el Museo de Orsay llevó el lienzo a sus salas de exposición.
Cerca de un siglo y medio después de su creación, el cuadro no pierde "nada de su fuerza subversiva y continua interrogando al espectador", asevera el senador Claude Jeannerot.
"Más allá del alcance provocador de la obra y del malestar que puede a veces provocar, su riqueza y fuerza merecen ser subrayadas", añade en el catálogo explicativo de la exposición.
La historia
El primer propietario del lienzo fue un diplomático turco-egipcio llamado Khalil-Bey, un extravagante personaje que vivió en París alrededor de 1860 y que se dedicó a reunir una colección de arte dedicada a celebrar el cuerpo femenino.
Debido a las deudas acumuladas por su afición al juego debió vender el cuadro, que pasó por varios propietarios antes de llegar al Museo de Orsay.
El psicoanalista Jacques Lacan lo adquirió en 1954 y lo mostró solamente a unos pocos elegidos, como Marcel Duchamp.
La única representación tan exacta de los genitales femeninos se remonta a la ilustración médica de finales del siglo XV, que tenía como objetivo develar los misterios ginecológicos de la época.
Una performance ad hoc
Durante esta semana, la artista luxemburguesa Deborah de Robertis se introdujo en el Museo de Orsay para posar frente al cuadro mostrando sus propios genitales, en una performance que bautizó como "Espejo del origen".
"Mi obra no refleja el sexo, sino el ojo del sexo, el agujero negro. Mantuve mi sexo abierto con las dos manos para revelarlo, para mostrar lo que no se ve en el cuadro original", explicó la artista al diario Le Monde.
"Si nos abstraemos del contexto, la 'performance' podría reducirse a una acto de exhibicionismo. Pero lo que he hecho no es un acto impulsivo, está muy pensado", dijo.
"Mostrando mi sexo precisamente debajo de este cuadro, en esta sala, en este museo, es todo un lienzo el que se recrea", explicó la mujer tras posar con un vestido de lentejuelas doradas y sin ropa interior.
Los trabajadores del museo, según se puede ver en el video subido por la artista en internet, se interpusieron entre ella y el público para obstaculizar la visión y, sin forzarla físicamente a interrumpir el espectáculo, procedieron a desalojar la sala.
