El mayor robo de arte en Estados Unidos, un misterio sin resolver

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Autor: Cooperativa.cl

Dos ladrones disfrazados de policías se apropiaron de 13 obras valoradas en más de 500 millones de dólares.

El FBI mantiene aún activa la investigación y el museo ofrece una recompensa de cinco millones de dólares por información.

El mayor robo de arte en Estados Unidos, un misterio sin resolver

"La tormenta en el mar de Galilea" (1633), una de las obras desaparecidas, es el único paisaje marino que se conoce de Rembrandt.

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El mayor robo de arte en la historia de Estados Unidos, perpetrado por dos escurridizos ladrones en el Museo Isabella Stewart Gardner de Boston, continúa siendo un enigma veinticinco años después.

La coleccionista Stewart Gardner dispuso sus 2.500 obras con tanto esmero en el museo fundado en 1903, que subrayó en su testamento antes de morir el expreso deseo de que nadie alterara ese orden.

Sin embargo, su deseo se vio truncado el 18 de marzo de 1990, cuando dos ladrones disfrazados de agentes de policía se presentaron de improviso en el museo poco después de la medianoche.

Los inesperados visitantes convencieron al guardia para abrirles la puerta con el fin de investigar un "ruido". Luego, según el propio vigilante recordó, los delincuentes gritaron "señores, esto es un atraco".

Durante cerca de hora y media, los atracadores -que lucían, al parecer, frondosos bigotes postizos- deambularon a sus anchas por las salas del palacete, se apropiaron de 13 obras valoradas en más de 500 millones de dólares (unos 319.977 millones de pesos chilenos) y desaparecieron sin dejar rastro.

Recompensa por información

Entre las maravillas del botín destacan dos lienzos de maestros holandeses: "La tormenta en el mar de Galilea" (1633), el único paisaje marino que se conoce de Rembrandt; y "El concierto" (1658-1660), uno de los 34 cuadros que se conservan de Vermeer.

Los malhechores también sustrajeron dos obras más de Rembrandt, cinco de Degas, una de Manet, otra de Govaert Flinck, así como un matraz de bronce de la dinastía china Shang y un remate bronceado con forma de águila que coronaba una bandera de seda napoleónica.

A la mañana siguiente, dos vigilantes aparecieron en el sótano del museo esposados y amordazados con cinta adhesiva, y la Policía puso en marcha una operación para atrapar a los autores del "mayor delito contra la propiedad en la historia de EE.UU.".

"El concierto" (1658-1660), uno de los 34 cuadros que hay de Vermeer, se encuentra aún desaparecido.


Más de dos décadas después, el caso constituye todavía un quebradero de cabeza para los detectives del Buró Federal de Investigación (FBI), que mantiene "activa" la investigación.

Además, el Museo Isabella Stewart Gardner "aún ofrece una recompensa de cinco millones de dólares por información que conduzca directamente a la recuperación" del arte robado, explicó a Efe el director de seguridad de la institución, Anthony Amore.

Vistos en Connecticut

Como todo buen misterio sin resolver, no han faltado teorías tan llamativas como poco fidedignas que han atribuido el robo a agentes del Vaticano, emires de Oriente Medio, millonarios codiciosos o integrantes del Ejército Republicano Irlandés (IRA).

En una rueda de prensa convocada a bombo y platillo el 18 de marzo de 2013, cuando se cumplían 23 años del atraco, el FBI aseguró que había identificado a los ladrones, "miembros de una organización criminal" que operaba en estados del nordeste de EE.UU.

Sin divulgar el nombre de los criminales, el FBI precisó que las obras acabaron en la zona de Connecticut y Philadelphia, no lejos de Boston, donde los atracadores intentaron ponerlas a la venta.

Los ladrones robaron 13 obras valoradas en más de 500 millones de dólares del Museo Isabella Stewart Gardner. 


"Después del intento de venta, que ocurrió hace aproximadamente una década, el conocimiento del FBI sobre el paradero del arte es limitado", admitió el Buró en la rueda de prensa.

En las paredes tapizadas del museo, los turistas pueden contemplar hoy día los marcos dorados vacíos correspondientes a cuatro de las pinturas robadas en 1990.

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