Tópicos: Cultura

Maniceros argentinos de N.York le declararon la guerra a Luis "El Conejo" Martínez

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Autor: Cooperativa.cl

La misma función de la cordillera de Los Andes, cumple la calle 46 de Nueva York para marcar los límites de los vendedores de maní de Chile y Argentina. Mientras los trasandinos ocupan el lado este, los chilenos se ubican en el oeste, a mucha distancia unos de otros. Una rivalidad que hace que casi ninguno cruce el asfalto, y que en el último tiempo se ha profundizado con la aparición de Luis "El Conejo" Martínez, quien aseguró ser el creador de este negocio, que los argentinos juran pertenece a uno de los suyos.

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"Yo no voy para allá y los chilenos no vienen para acá", relata Clovis Alfonso al diario The New York Times. "Entonces, no hay problema", explica este uruguayo, que por tener su puesto en el oriente lo hace parte de la colonia argentina. El tramo en la calle 46 entre la avenida 11 y la carretera West Side está mayormente dedicado al comercio de maní, a un dólar la bolsa de confitado. El punto de mayor fricción es el manicero chileno Luis Martínez, conocido como "El Conejo". Su aparición hace algunos meses en la televisión local como el "padre" del negocio sudamericano de maní en Nueva York dejó atónitos a los argentinos, quienes aseguran que uno de los suyos es el verdadero creador de este negocio. "Conejo, él no tenía nada", señala Sergio Nocco, un argentino que posee unos 40 carros de maní y que al escuchar ese apodo ríe con disimulo. "Conejo, si él dice que está soleado hoy día, salgo y verifico el tiempo", agrega Alfonso. Los argentinos dicen que el origen de los vendedores de maní está en Jorge Aguirre, un compatriota que comenzó vendiendo este fruto confitado a mediados de 1980 y que reclutó a jóvenes provenientes del lado este de Los Andes para ayudarle. Dos siguen en el negocio Nocco y Alejandro Rad, quienes continúan contratando a coterráneos. La historia de los chilenos comienza con "El Conejo", quien llegó sin dinero a Nueva York se dedicó a vender maníes hasta que juntó dinero para formar su flota de carros. Con el tiempo consiguió estabilidad, plata y concretar lo que ahora hace, dividir su tiempo entre Chile y Estados Unidos. Hoy, jóvenes chilenos llegan a la Gran Manzana buscando trabajo en los carros de "Nuts 4 Nuts", franquicia que los argentinos dicen que creó Aguirre. Incluso hay una versión argentina del relato de los chilenos. "Era noviembre de 1991, y Jorge Aguirre vio a 'El Conejo' llorando en la calle", recuerda Nocco. Martínez se lamentaba de no tener trabajo ni hogar, por lo que Aguirre lo alojó y le dio trabajo hasta que pudiera valerse por sí mismo. "El Conejo", en tanto, cree que su aparición en el programa "Patiperros" de TVN sobredimensionó su éxito. "La gente escucha que eres exitoso en Estados Unidos y piensan que eres millonario. No tienen idea de lo costoso que es todo", expresó a The New York Times. El manicero prefiere esquivar las preguntas sobre sus inicios y cuenta que sus carros de "Nuts 4 Nuts" ahora también están repartidos en Santiago. La rivalidad en la calle 46 continuará en el comercio de frutos secos, dejando para otros el resto de los conflictos que existen entre ambas naciones: problemas limítrofes, acusaciones de arrogancia de un lado, y de complejo de inferioridad del otro, además de quién tiene el mejor vino. Mejor no preguntar qué país fue el creador del maní cubierto con azúcar. Los argentinos lo llaman garripiñadas, en Chile es el clásico confitado que solía venderse en "buques maniceros" y que hoy se obtienen en carros con la palabra Nueva York en su costado. (www.nytimes.com)

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