La columna de Pelotazo: Voto por un futbolista

"Yo no voy a votar por él porque soy del otro bando". ¿Quién dijo esta frase? Cuenta la historia que a días del plebiscito de 1988 donde el país decidía la continuidad o no de Augusto Pinochet en el poder, el directorio de Universidad Católica reunió a los jugadores del plantel para "invitarlos" a votar por el dictador.

Esto fue contado por Marcos Cornez en una entrevista a Frecuencia Cruzada en julio de 2016. Lo cierto es que en ese momento todos los futbolistas se quedaron callados hasta que uno se paró y comentó lo ya expresado. Ese valiente se llamaba Raimundo Tupper.

Valiente porque en esa época no era fácil manifestar el color político sin que te miraran feo los que fueran de la otra vereda. Un país polarizado, que 29 años después, sigue igual en lo que respecta a la tolerancia para aceptar los colores de otro. Y si antes los debates sólo se daban en persona, ahora tenemos las redes sociales para vulgarizar cualquier conversación.

Este domingo tenemos elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales, y en las campañas, hemos visto la participación de gente ligada al fútbol nacional.

"Mi amor por el deporte no tiene que ver con los colores políticos. Tiene que ver con la calidad de vida de los chilenos. Por eso yo me sumo a este proyecto". Son palabras de José Rojas para apoyar a Sebastián Piñera, las cuales fueron "analizadas" desde computadores y teléfonos móviles. El ex capitán de Universidad de Chile, campeón de la Copa Sudamericana 2011, tiene derecho como cualquiera a apoyar a quien se le dé la gana. Sin embargo, en Twitter leímos a hinchas azules manifestando que por esto el Pepe ya no era más ídolo, "que se cayó feo".

Es por situaciones como esta que muchas personas públicas tienen temor a manifestar su color político, por temor a las reacciones, que ahora con redes sociales, son más exacerbadas.

"No concibo un jugador de fútbol de derecha. Facho. Somos de extracción baja, humildes". Este no es un comentario sacado de Facebook, sino una declaración del candidato a diputado del PRO, David Henríquez, el mismo que ganara nueve torneos nacionales tras sus pasos por Colo Colo y Universidad Católica.

Al ex defensa no le molestó lo hecho por Rojas, al menos no lo ha manifestado, sino la participación de Gabriel Mendoza en la franja de Piñera. "A Davicho lo conozco de chico. No hay mala onda. Yo sólo apoyo un proyecto, no soy facho", contestó el campeón de la Copa Libertadores 1991.

En el caso de Mendoza hay camino político ya que en 2016 fue electo concejal con primera mayoría de Viña del Mar. Desde aquella campaña, donde lo apoyó la alcaldesa Virginia Reginato, recibió críticas semejantes a las de Rojas. Hinchas albos renegando del ex jugador porque era candidato de derecha.

Uno que se atrevió a hablar en momentos complicados fue Carlos Caszely: "Yo en los años '80 dije que no a la dictadura. Fui el único futbolista que se atrevió". Recordado es el instante cuando no le dio la mano a Pinochet. Eso también le trajo críticas, pero él fue honesto con sus ideales y está perfecto.

Acá hay que separar las cosas: dentro y fuera de la cancha. Si un deportista es ídolo, es por sus logros ligados a una institución y eso no se borra con nada porque es historia. Las copas levantadas por el Pepe o el Coca están en los libros y jamás pueden ser puestas en duda porque apoyan a un candidato. Lo mismo que Tupper. Un tipo que fue muy querido por sus compañeros, campeón hace 30 años con la UC, el hecho que haya enfrentado a sus dirigentes no lo hace menos ídolo.

Hay que ser más tolerantes. Qué bueno que pensemos distinto y ojalá lo manifestemos este domingo, pero no en Twitter, sino votando.