Revisa la historia del supuesto encuentro del antiguo púgil con el Sumo Pontífice.
De acuerdo a lo que informaron varios medios mexicanos, haciendo eco de unas declaraciones de su hermano Rodolfo, el ex boxeador Julio César Chávez inhaló cocaína en el baño privado del papa Juan Pablo II durante unas vacaciones en Europa.
Citando la biografía del ex campeón de peso superligero del Consejo Mundial de Boxeo, llamada "Julio César Chávez: La verdadera historia", el antiguo púgil de nacionalidad mexicana, cuando visitó el Vaticano, quiso acercarse lo más posible al Sumo Pontífice.
"¡No quiero ir no más a misa! Quiero ver al Papa de frente, quiero que me reciba en el Vaticano, en privado. Hablen con quien tengan que hablar, quiero ver al Papa", relató Javier Cubedo en su título dedicado a la vida de Chávez, según publicó Infobae.
El Papa accedió a la petición y lo recibió con el siguiente diálogo: "Bienvenido Julio César, es un honor para mí que me honres con tu visita, hijo".
– El honor es para mí , ¿Y cómo le digo?, ¿señor, Papa, su santidad...?
- Me puedes llamar Juan Pablo ¿sabes? Me encantan tus peleas, eres un digno representante de tu deporte y tu país.
- ¿En serio?, piga, está bien bonito todo aquí. ¿Puedo ver su recámara?
De acuerdo a las palabras replicadas del texto, Karol Wojtyla dio su venia y Chávez entró señalando "discúlpame, Diosito, perdóname", antes de entrar.
"Mi hermano sacó de su pantalón un papel que envolvía cocaína, la distribuyó sobre el mármol para después inhalarla, dejando completamente limpia el área del lavamanos. Julio jaló la palanca del excusado para que pensarán que entró al baño por otra cosa", relató Rodolfo Chávez, hermano del boxeador.
Finalmente, el ex púgil "volvió con Juan Pablo II y pasaron a otro recinto del Vaticano, donde reciben a las visitas; en ese lugar Juan Pablo le dijo que estaba orgulloso de la carrera que había hecho como boxeador y le dio su bendición".
