El trágico accidente aéreo de Chapecoense enlutó al fútbol el 2016

Fallecieron 71 personas entre jugadores, dirigentes, periodistas y tripulantes.

El equipo fue declarado campeón de la Copa Sudamericana.

Foto: Archivo El trágico accidente aéreo de Chapecoense enlutó al fútbol el 2016
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La noche del lunes 28 de noviembre un plantel lleno de ilusión tomaba un vuelo que terminaría de la peor manera. Chapecoense de Brasil debía jugar la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Nacional de Medellín, pero un accidente aéreo los privó de hacerlo. Una tragedia que enlutó al fútbol mundial durante 2016.

La aeronave con matrícula CP2933 de la aerolínea Lamia capotó entre los municipios de La Ceja y La Unión, ambos en el departamento de Antioquia y cercanos a Rionegro, donde está situado el aeropuerto José María Córdova, lugar al que la nave nunca llegó, pese a los pocos minutos que faltaban para el aterrizaje.

En una noche que resultó muy larga para todos los que siguieron el desarrollo de la fatal noticia, comenzaron las labores de búsqueda, dificultadas por la geografía montañosa y por las presipitaciones que se dejaron caer durante la madrugada.

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Alan Ruschel, defensor de Chapecoense que fue compañero de Charles Aránguiz en Internacional de Porto Alegre, fue el primero de los sobrevivientes que fue encontrado y trasladado al Hospital San Juan de Dios de La Ceja. El futbolista sufrió fracturas de tibia y de costillas, además de la décima vértebra de la espina dorsal.

Pese a que se temía que pudiese quedar parapléjico, el jugador evolucionó favorablemente con el pasar de los días. Hoy se encuentra en Porto Alegre y ya renovó contrato con Internacional, aunque sigue en proceso de recuperación.

También fueron rescatados con vida el arquero Jackson Follmann, al que horas más tarde debieron amputarle una de sus piernas, además del también portero Danilo Padilha quien logró ser trasladado a un recinto asistencial, pero no pudo sobrevivir.

El último futbolista encontrado con vida fue Helio Zampier Neto. El defensor fue operado y estuvo en riesgo vital, pero logró recuperarse y fue dado de alta el pasado 22 de diciembre. Quien ofreció una emotiva conferencia de prensa en la que aseguró: "Estoy feliz de estar vivo, pero perdí muchos amigos".

Además, de estos tres futbolista, sobrevivieron la azafata boliviana Ximena Suárez. el periodista brasileño Rafael Henzel y el técnico de vuelo Erwin Tumiri, uno de los que resultó con menos heridas y del cual se revelaron las impactantes imágenes de su rescate.

Tumiri relató los momentos posteriores al accidente, asegurando; "No supe qué pensar en ese momento, todo parecía una pesadilla, vi a muchas personas en el suelo, lo único que pude pensar era sacar a Ximena (la azafata) de ahí porque tenía miedo de que el avión explotara".

Pese a que en un inicio se especulaba con un número de 81 pasajeros, las autoridades colombianas informaron que cuatro personas no subieron al avión por lo que en total fueron 77 los individuos que abordaron.

Con esto se fijó en 71 el número de fallecidos en el avión fletado por el club brasileño Chapecoense que se accidentó. "Se da por terminada la operación de búsqueda y rescate de las personas que venían del vuelo. El balance es el siguiente: seis personas heridas y 71 personas fallecidas para un total de 77 personas", dijo el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Iván Márquez tras lo acontecido.

Dentro de los fallecidos más reconocidos está el entrenador Caio Junior, que dirigió a Jorge Valdivia en Palmeiras y a Gonzalo Fierro en Flamengo, y el capitán del equipo, Cléber Santana, además de periodistas deportivos brasileños, entre los que destacan el ex entrenador Mario Sergio y el relator Deva Pascovicci.

Las causas de la tragedia

Fueron largos días de investigación de parte de las autoridades para verificar la verdadera razón por la cual capotó la aeronave. Mientras tanto, se conoció que la selección argentina, con Lionel Messi a la cabeza, y la boliviana también abordaron el avión que acabó accidentado con el equipo que debía disputar la final de la Copa Sudamericana.

Aunque queda por esclarecer, se determinó que el agotamiento de combustible fue la causa del accidente de la empresa boliviana Lamia que cobró 71 vidas, según el informe preliminar de la Aeronáutica Civil colombiana presentado el pasado 26 de diciembre y que muestra varias irregularidades de procedimiento además de descartar la posibilidad de una falla técnica.

"Ellos estaban conscientes de que el combustible que tenían no era el adecuado ni era suficiente", dijo en conferencia de prensa el secretario de Seguridad Aérea de Aerocivil, coronel Fredy Bonilla, quien detalló que el piloto conversó en varias ocasiones con la tripulación la posibilidad de hacer una escala para repostar.

A su paso por la ciudad amazónica de Leticia, el piloto de la aeronave, Miguel Quiroga, tuvo esa conversación con su tripulación y decidió seguir directo al aeropuerto José María Córdova de Rionegro, que sirve a Medellín.

Las condiciones ambientales hicieron que el consumo de combustible fuera mayor ya que el viento "afectó de forma contraria" durante parte del vuelo.

Según la investigación, en el plan de vuelo presentado por el piloto en el aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), la autonomía de la aeronave era de cuatro horas y 22 minutos, exactamente igual al tiempo de vuelo, "describiendo los mismos datos" cuando debía tener combustible para un recorrido mayor.

El informe también reveló que cuando el piloto pidió a la torre de control del José María de Córdova que le permitieran aterrizar, pese a que todavía no estaba en la aproximación a la pista, no informa de la gravedad de su situación ni que ya se le han apagado dos de los cuatro motores.

Cuando faltaban 3 minutos y 45 segundos para el accidente, la aeronave quedó sin ninguna fuente de potencia puesto que se apagaron los cuatro motores debido a la falla de combustible.

Esto, tiene más asidero debido a que el plan de vuelo del avión de la aerolínea boliviana Lamia tenía al menos cinco observaciones por las cuales la nave no debía despegar.

Estos puntos fueron marcador por una funcionaria de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (AASANA), Celia Castedo Monasterio, en el aeropuerto de Viru Viru, de Santa Cruz (este). Días más tarde debió pedir asilo en Brasil por ser sindicada como responsable.

Castedo, eso sí, se defendió asegurando que fue "sometida a hostigamiento y presiones por parte de mis superiores, pues ya en la mañana del día 29-11-2016, es cuando se inicia todo, ordenándome modificar el contenido del informe que horas antes mi persona había presentado por vía interna".

De todas formas, se continúa con la búsqueda de responsables y causas, además del análisis de la que fue enviada a Gran Bretaña donde se están haciendo las pesquisas correspondientes.

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Consternación en el mundo del fútbol

Las redes sociales fueron el vehículo perfecto para que jugadores y clubes de todo el mundo expresaran sus condolencias para las familias de los fallecidos y los hinchas de Chapecoense.

Chile no fue la excepción y además de la infinidad de mensajes, gran parte de los equipos realizó un minuto de silencio antes de comenzar con sus habituales entrenamientos y posteriormente en cada uno de los partidos que se disputaron por Copa Chile y el Torneo de Clausura.

Las muestras de consternación por lo sucedido quedaron manifestados en gestos como el de San Lorenzo de Argentina que salió al terreno de juego con camisetas de Chapecoense que habían intercambiado en la semifinal de la Copa Sudamericana.

Entre múltiples muestras de solidaridad estadios como Wembley de Inglaterra y Allianz Arena de Alemania, además de monumentos como el Cristo Redentor y la Torre Eiffel se iluminaron con los colores del equipo de Chapecó.

Los hinchas del equipo, además, brindaron dos homenajes, uno el día después del accidente y otro cuando los cuerpos fueron trasladados desde Medellín en un impecable funeral masivo que tuvo como escenario la intensa lluvia que se hizo presente en una jornada más que triste.

El adiós más conmovedor, sin embargo, se dio en Atlético Nacional cuando miles de hinchas llenaron el Estadio Atanasio Girardot, e incluso muchos quedaron afuera, en un emotivo y sentido homenaje brindado a la misma hora que se debía jugar la final que nunca se pudo llevar a cabo.

Campeones

Atlético Nacional, además, pidió que la Copa Sudamericana sea entregada al equipo brasileño con todas las retribuciones que eso conlleva como clasificar directamente a la fase grupal de la Copa Libertadores y disputar la Suruga Bank.

Esto fue aprobado por los presidentes de las Federaciones que integran la Conmebol y la Copa Sudamericana fue entregada a Chapecoense durante el sorteo de la Copa Libertadores que se llevó a cabo el pasado 21 de diciembre en Luque, Paraguay.