El serbio analizó su caída ante Rafael Nadal en la final de Roland Garros.
"El ha sido mejor que yo en los momentos cruciales", precisó.
El número dos del circuito lamentó no poder alcanzar su primera corona en París.
Tras caer en la final de Roland Garros, el serbio Novak Djokovic dijo estar decepcionado por no haber podido vencer a Rafael Nadal y que es en estos partidos donde aparecen los mejores del mundo.
"Empecé muy bien, he estado bien en el segundo set, pude forzar el juego de desempate, pero perdí mi servicio y el partido se puso de su lado. A partir de ahí jugué peor, tuve problemas físicos en el tercero y en inicio del cuarto", indicó.
En ese sentido añadió que el manacorense "ganó los puntos claves" y que es en estos "grandes partidos aparecen los mejores del mundo. He tratado de dar el máximo y ese máximo no era tan elevado como el que jugué contra él en Roma hace unas semanas".
Finalmente, el oriundo de Belgrado felicitó a Nadal porque "ha sido mejor que yo en los momentos cruciales" y dijo que seguirá intentado ganar el título parisino "hasta el final de mi carrera".
"Hay que poner las cosas en perspectiva. He perdido, pero mi vida es una bendición y el hecho de que los aficionados sigan apoyándome hace que tenga más ganas de volver. Hasta el final de mi carrera voy a pelear por ganar este torneo al menos una vez", aseguró.
"No hay más que ver sus números aquí para darse cuenta de lo difícil que es ganarle, solo ha perdido una vez. A cinco sets es muy complicado", indicó.
"Es muy difícil aguantar contra Rafa en esta pista a un nivel elevado. Es normal tener altibajos y confiaba en poder recuperarme en el cuarto set. Pero no he podido sacar mi mejor tenis en los momentos clave", indicó.
Djokovic señaló que tenía "muchas esperanzas" puestas en ganar el único Grand Slam que le falta, por lo que afirmó que en algún momento dejó que se expresaran sobre la pista sus emociones.
El serbio, que seguirá siendo número dos del mundo, aseguró que el público "estuvo dividido" entre los dos jugadores porque el duelo "fue apasionante, tanto para quien lo jugaba como para quien lo veía".
