El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, se ha reunido en privado con Eliodoro Matte y Roberto Angelini, líderes de dos de los principales grupos económicos del país, y con el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz, con el objetivo de "tender puentes" con el mundo privado en el marco del tenso debate por la reforma tributaria.
Según informó la revista Qué Pasa, el jefe de gabinete fue mandatado por la Presidenta Michelle Bachelet para "reparar las confianzas" entre el Gobierno y el empresariado.
El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, tiene poca "credibilidad" y "sintonía" con el sector privado, según la publicación.
Según la nota, Peñailillo logró una buena relación con el mundo empresarial mientras recaudó fondos para la campaña de Bachelet y mantiene "línea directa" con empresarios como Jean Paul Luksic (hijo menor de Andrónico Luksic) quien maneja la rama minera del holding familiar.
Además, la incertidumbre generada por las cifras que reflejan una desaceleración económica motivó al Gobierno a implementar un nuevo diseño para reactivar la inversión e intentar dar señales de normalidad.
También Peñailillo comenzó a jugar un rol más activo en el tercer trámite de la reforma tributaria en la Cámara de Diputados, contactando a los miembros de la Comisión de Hacienda para insistirles en la necesidad de aprobar durante septiembre la iniciativa -plazo autoimpuesto por el Ejecutivo- y evitar que pase a comisión mixta.
Finalmente, el semanario destaca la importancia del ministro de Energía, Máximo Pacheco, de larga trayectoria en el mundo empresarial, quien se relaciona diariamente con el sector, por lo que ha servido como vehículo para transmitir mensajes a La Moneda.
