Más de 7.400 clientes ya han pagado el gravamen.
Las automotoras lamentan una merma en sus ventas.
Los vehículos a diésel pagan un impuesto más alto por ser más contaminantes.
El llamado "impuesto verde" a la compra de vehículos nuevos cumplió su primer mes de vigencia, periodo en el que ha recaudado 735 millones de pesos, según cifras de la Tesorería General de la República.
Este impuesto tiene como fin mitigar el efecto de los gases contaminantes y se calcula en relación con los niveles de emisión de gases, el rendimiento urbano y el precio de los vehículos en el mercado, haciendo fluctuar el costo añadido a cada modelo entre los 2 millones de pesos, para el Porsche Cayenne, y cerca de los 28 mil pesos para el Suzuki New Alto.
Cerca de 7.400 vehículos ya han pagado este gravamen, y los autos que utilizan diesel pagan un impuesto superior a los que utilizan gasolina, manteniendo una diferencia en torno al dos por ciento.
"Los diésel tiene un recargo en valor comercial que oscila en torno a los 600 mil pesos o el millón de pesos, según la carestía que tenga el modelo como recargo de un diesel con respecto a un gasolinero", explicó el tesorero general de la República, Hernán Frigolett.
"Los vehículos diésel rinden más kilómetros por litro que un vehículo gasolinero, pero las emisiones de los vehículos diésel son casi 20 veces mayores que las de un vehículo de gasolina, y eso explica por qué los vehículos diésel pagan un impuesto que es mucho más alto", agregó el economista.
Incentivos y desincentivos
Las automotoras afirman haber visto un impacto en las ventas a raíz de este impuesto.
El product manager de Kaufmann Mercedes Benz, José Sanzone, dice que la empresa ha percibido una baja de 30 por ciento comparada con las ventas del mismo mes el año pasado: "Nos llueve sobre mojado con el alza del cambio, con el estado de la economía, más ahora un impuesto verde a los vehículos, que es un desincentivo a la compra".
El economista del Centro de Estudios Tributarios de la Universidad de Chile Gonzalo Polanco considera que "una vez que se compra el vehículo no discrimina si es que éste es utilizado solamente el fin de semana o todos los días de manera indiscriminada, de modo que no es tan efectivo que sea un impuesto que vaya a desincentivar el uso".
"Una tendencia natural obvia es que podría provocar un incentivo al mercado de los vehículos usados", opinó el experto.
