Ésta comenzará a emitirse en septiembre y concluirá las historias de todos los personajes.
"Inevitablemente llega el momento en que todo espectáculo debe terminar", dijo el productor ejecutivo.
La serie es seguida por once millones de personas semanales solo en el Reino Unido.
La popular serie británica "Downtown Abbey", que sigue la vida de la aristocrática familia Crawley y sus criados en su mansión inglesa, tocará a su fin este año en su sexta temporada, que concluirá el día de Navidad, anunció el canal televisivo ITV.
Su creador, el escritor y lord conservador Julian Fellowes, dijo que "el camino recorrido" con esta producción, de gran éxito mundial y seguida por once millones de telespectadores cada semana solamente en el Reino Unido, "ha sido increíble".
"Cómo la serie ha tenido tanto impacto y ha llegado a tanta gente en todo el mundo, de todas las nacionalidades, edades y tipos, no me lo sé explicar", admitió.
El productor ejecutivo, Gareth Neame, constató que "millones de personas de todo el mundo han seguido la trayectoria de la familia Crawley y sus sirvientes en los últimos cinco años", pero, añadió, "inevitablemente llega el momento en que todo espectáculo debe terminar".
Neame adelantó que la historia se cerrará con la conclusión de las líneas argumentales de todos sus personajes, lo que hará que la sexta temporada, que comenzará a emitirse en septiembre, esté llena de "dramatismo e intriga", con la "emoción añadida" de conocer el desenlace.
El director de televisión de ITV, Peter Fincham, manifestó por su parte que "el día de Navidad en ITV este año será memorable, pues el programa especial pondrá fin a la serie".
Largo camino
"Downtown Abbey", que se estrenó en septiembre de 2010, empezó su trama con los efectos en la familia Crawley del hundimiento del Titanic y continuó siguiendo las peripecias de sus personajes durante eventos históricos como la primera Guerra Mundial.
Pese a su popularidad y a haber recibido numerosos galardones televisivos, como Baftas y Emmys, no ha estado exenta de críticas, en especial porque la relación descrita entre patrones y empleados no se ajusta a la realidad de la división de clases de la época.
En 2014, la serie protagonizó una anécdota divertida, pues, en una foto promocional en la que los actores Hugh Bonneville y Laura Carmichael aparecían engalanados con sus trajes de época, aparecía de fondo una botella de plástico moderna de agua mineral.
Esto dio lugar a otra fotografía irónica de todos los actores de la serie sosteniendo botellines de agua.
