El brutal capítulo se estrenó el domingo pasado.
Las audiencias no sobrepasaron al registro del debut de la temporada anterior.
El domingo se resolvió la gran incógnita sobre a quién asesinó el nuevo villano, "Negan" (Jeffrey Dean Morgan), eliminando a dos queridos personajes. Era evidente que la atención que generaría el retorno de "The Walking Dead" sería numerosa, pero no lo suficiente como para superarse a sí misma.
El primer episodio de la séptima temporada convocó a 17 millones de espectadores en total, quienes vieron la brutal colección de escenas que incluso ha llegado horrorizar a algunos, al punto de que aseguraron que dejarán de ver la serie.
Aún así, con tal nivel audiencias, el capítulo no fue capaz de superar al debut de la quinta temporada, que en octubre de 2014 llegó hasta los 17,29 millones de televidentes.
Tales cifras hicieron que el rating para este episodio de estreno subieran un 22 por ciento en comparación con el final de la sexta temporada. Un fenómeno que es extraño para el séptimo ciclo de una serie, sobre todo después de que fanáticos se manifestaron molestos por el cliffhanger de ese season finale y prometieron también en ese momento dejar de ver la producción.
Los medios especializados ahora pondrán atención al comportamiento de las audiencias en los capítulos que seguirán, sobre todo por el tan criticado contenido de la premiere de "The Walking Dead", condenado por el alto nivel de violencia y el uso de "recursos engañosos" para aumentar la ansiedad de los fanáticos. Aunque la cadena AMC sigue contenta con los resultados, sobre todo por que el éxito de la emisión del domingo aunmentó su precio en la bolsa de valores, primero en un 4 por ciento el lunes y otro 6 por ciento la mañana de este martes.
