Andreas Lubitz confesó a ex pareja sus intenciones de ser recordado.
"Voy a hacer algo que va a cambiar todo y el mundo sabrá mi nombre", recordó.
La ex novia de Lubitz, oculta tras un pseudónimo, dio cuenta de la inestabilidad emocional del fallecido copiloto.
Las investigaciones siguen su curso en torno al círculo de cercanos del joven piloto alemán Andreas Lubitz de 28 años, dadas las indagaciones que apuntan a que habría estrellado la nave que conducía con 150 pasajeros de modo premeditado.
Tras el accidente aéreo del pasado martes 24 de marzo, la policía ha ahondado en realizar un perfil de la situación emocional del profesional, lo que según el periódico El Mundo de España basado a su vez en informaciones provenientes de Alemania, los llevó a dar con Maria W., una auxiliar de vuelo de 26 años y ex pareja del fallecido.
La mujer dijo a la prensa recordar que Lubitz le confesó en una ocasión: "Un día voy a hacer algo que va a cambiar todo el sistema y todo el mundo sabrá mi nombre y lo recordará".
La antigua novia del copiloto de Germanwings Airlines atribuyó una eventual inestabilidad emocional de su ex pareja "a causa de sus problemas de salud, y a que su gran sueño de tener un empleo en Lufthansa como capitán y comandante de vuelos de larga distancia, era prácticamente imposible".
Maria W. aportó que su ruptura sentimental se debió precisamente a sus problemas de salud, pese a que ambos tenían planes de matrimonio.
"Cada vez era más claro que él tenía un problema. Durante las discusiones, se desquiciaba, me gritaba (...) Tenía muchas pesadillas y por la noche se despertaba gritando: 'Nos caemos'", subrayó.
Depresión severa
Además de preguntarse por qué Andreas Lubitz agregó otro nombre a su buzón en condiciones que vivía solo y por otra parte encargó a una automotora dos vehículos Audi, la Fiscalía de Düsseldorf confirmó que el investigado tenía certificados de licencias médicas por enfermedad, sin embargo los ocultó o destruyó.
Sumándose a Bild, el diario alemán Süddeutsche Zeitung, aportó que esos documentos están firmados por un "neurólogo y psiquiatra", dando cuenta que desde hace seis años Lubitz tenía una depresión severa.
Mientras sus pares han alabado las cualidades profesionales del piloto de 26 años, su cuerpo sigue sin ser identificado en Los Alpes franceses, lugar que solía visitar para volar en planeador.
Paralelamente las autoridades se preparan para interrogar a los padres de Andreas Lubitz, en otra arista para ahondar en su comportamiento.
