Los investigadores del acccidente aéreo del Airbus A230 que el martes se estrelló en Los Alpes franceses mientras volaba entre Barcelona y Düsseldorf, causando la muerte de 150 personas, creen que el copiloto de la nave accionó deliberadamente el descenso, "con voluntad de destruir el avión", por razones que se desconocen.
La Fiscalía Federal de Düsseldorf confirmó este jueves a la agencia EFE que uno de los dos pilotos del avión no se encontraba en la cabina en el momento del siniestro, información que había adelantado en la víspera The New York Times.
Grabaciones de audio revelaron que el piloto salió de la cabina y luego llamó a la puerta para reingresar, pero "nunca hubo una respuesta".
Así, al momento del accidente estaba al mando de la nave sólo el copiloto, identificado por la Fiscalía de Francia como Andreas Lubitz, de 28 años y nacionalidad alemana, quien no estaba clasificado como terrorista.
El alemán Andreas Lubitz, sindicado como responsable de la muerte de 150 personas. (Foto: Paris Match)
Cómo ocurrieron los hechos
El fiscal de Marsella Brice Robin, a cargo del caso, explicó esta mañana que si bien durante los primeros 20 minutos de vuelo el copiloto mantuvo una conversación "normal y cortés" con el comandante de la nave, cuando se escucha a este último preparar el informe del aterrizaje en Düsseldorf, el copiloto responde de forma "lacónica".
Posteriormente, el comandante pidió al copiloto tomar el mando -presumiblemente para ir al baño- y tras esto se escuchó el movimiento de una de las butacas y el cierre de la puerta.
En ese momento, estando solo, Lubitz accionó el sistema de descenso: "Ignoramos la razón, pero puede analizarse como una voluntad de destruir el avión", explicó Robin.
El comandante de la nave intentó regresar a su puesto, llamó a la puerta y se identificó varias veces a través del timbre. Al no poder abrirla intentó derribarla por la fuerza. Los controladores aéreos de la torre del aeropuerto de Marsella intentaron contactarse con el avión y lanzan un mensaje de socorro, pero Lubitz no respondió.
La Fiscalía francesa dijo "ignorar la razón" del actuar del copiloto alemán. (Foto: EFE)
Lubitz no dijo ninguna palabra tras quedar solo en la cabina, pero en las grabaciones de las cajas negras se escucha su respiración "con normalidad" hasta el final del descenso del vuelo de Germanwings, por lo que se entiende que actuó "de forma voluntaria" y estaba vivo hasta el momento del impacto, subrayó el fiscal Robin.
"Es la interpretación más plausible, más razonable", indicó el fiscal, quien agregó que las víctimas no se dieron cuenta de lo que iba a suceder hasta el último instante, porque en la grabación no se escuchan gritos hasta poco antes del choque.
Tras esto "la muerte fue instantánea: el avión literalmente explotó al chocar contra la montaña", dijo Robin.
"Nada permite decir que sea un atentado terrorista"
El investigador explicó en la rueda de prensa realizada en Marsella que ya se reunió con "unos 200" familiares de las víctimas -que llegaron hoy a la ciudad en vuelos desde Barcelona y Düsseldorf- para comunicarles toda la información de la que disponía.
"Los parientes hicieron muchas preguntas sobre normativa internacional, si era normal que el comandante saliera", indicó, antes de añadir que considera que la información que se conoce hasta este minuto, a sólo 48 horas del accidente, ya supone "un progreso considerable".
La intención del copiloto de destruir la nave "es la interpretación más plausible, más razonable", dijo el fiscal a cargo del caso. (Foto: EFE)
"A las familias les cuesta un poco creer lo que ha sucedido... Durante una hora y cuarto he intentado responder a sus preguntas. Algunos datos son muy técnicos...", señaló el fiscal, quien aclaró que "en este momento, nada permite decir que se trata de un atentado terrorista", señaló Roban, que también mostró discrepancia cuando le consultaron por si este incidente podía corresponder a un suicidio.
"Cuando uno comete suicidio, muere solo. Con 150 personas en el avión, yo no lo llamaría suicidio", indicó el fiscal, que aclaró que "legítimamente" se puede plantear esa pregunta.
Perfil del copiloto
El copiloto del avión de Germanwings tenía 28 años al momento del accidente. Nació en la pequeña localidad de Montabaur, en el estado federado de Renania-Palatinado, en el oeste de Alemania.
Tenía una experiencia de 630 horas de vuelo y había comenzado a trabajar en Germanwings en septiembre de 2013, según lo informado por la aerolínea alemana Lufthansa, de la cual Germanwings es una filial.
La alcaldesa de Montabaur, Gabriele Wieland, explicó a la agencia de noticias alemana DPA que el joven había vivido con sus padres y tenía también un alojamiento en Düsseldorf, ciudad a la que se dirigía el avión siniestrado.
La canciller alemana, Angela Merkel; el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy; y su par de Francia, François Hollande, visitaron ayer el lugar de la tragedia. (Foto: EFE)
"Andreas murió como primer oficial de servicio en la catástrofe aérea", publicó en su página el Club de Deportes Aéreo (LSC Westerwald) de Montabaur, del que era miembro, al conocer la noticia del accidente el pasado martes.
"Cumplió su sueño de volar, sueño que ahora ha pagado caro con su vida", manifestaban sus compañeros del club en recuerdo de un joven que, señalaban, "comenzó como piloto de planeadores y llegó a ser piloto de un Airbus A320".
El fiscal Robin afirmó que hay diligencias que se realizan sobre el entorno del joven, cuya familia se desplazó hasta el lugar de los hechos, pero no se ha reunido con los familiares de las víctimas.
Alemania: Todo será investigado
Tras la conferencia de prensa del fiscal Brice Robin el ministro de Interior alemán, Thomas de Maizière, salió a señalar -en un punto de prensa de urgencia- que, según las fuerzas de seguridad germanas, en el copiloto del avión no se aprecian "indicios de trasfondo terrorista".
De Maizière explicó que tras el accidente los servicios de inteligencia germanos investigaron el pasado de las 150 personas a bordo. La revisión en dos bases de datos -una de la inteligencia alemana y otra de la policía federal- no arrojó ningún resultado positivo que desatara las alarmas en Berlín, mientras un requerimiento paralelo a Lufthansa, matriz de Germanwings, tampoco aportó nada que consignar.
Sin perjuicio de esto, "todo va a ser investigado", afirmó el ministro, quien admitió que las interrogantes "se concentran en el pasado de la persona que asumía el puesto de copiloto" en el vuelo 9525, pero "debemos abstenernos de especulaciones sobre las posibles causas".
Las autoridades galas ya comenzaron el rescate de los cadáveres. (Foto: EFE)
En tanto, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, dijo a través de su cuenta en Twitter que está "conmocionado por los últimos datos facilitados por los investigadores", y envió un "abrazo emocionado a las familias" de las víctimas.
La tragedia aérea que remeció a Europa esta semana cobró también la vida de una chilena: Ximena Patricia Alegría González, de 44 años, de profesión abogada y con dos hijos, quien vivía en Venezuela.
Algunos de los cuerpos de los 150 fallecidos comenzaron a ser rescatados ayer a última hora de la tarde, y se inició el proceso de identificación mediante ADN.
Lufthansa: "El acontecimiento más horrible de nuestra historia"
El presidente de la aerolínea Lufthansa, Carsten Spohr, dijo que la compañía está "consternada" tras conocer la grabación de la caja negra y afirmó que "lo que ha ocurrido era inimaginable", pues no se pueden entender los motivos que llevaron al copiloto a provocar de forma deliberada el choque.
"Ni en nuestros peores sueños hubiéramos podido imaginar algo así", dijo el ejecutivo, que se refirió a lo sucedido como "el acontecimiento más horrible en la historia de nuestra compañía".
El presidente de Lufthansa añadió que no hay manera de prevenir un accidente así, y explicó que el copiloto había superado las pruebas médicas que se realizan una vez al año, pero reconoció que tras la formación de los pilotos no se realizan pruebas psicológicas explícitas.
Spohr hizo hincapié en que los estándares de seguridad de Lufthansa son elevados y que volar es el medio de transporte más seguro. Dijo que en caso de que un piloto pierda el conocimiento, existe en la compañía un código propio y una señal. Si una vez activada, no hay respuesta, se abre la puerta de la cabina.
El presidente confirmó que en la formación de Lubitz se produjo una interrupción hace años, pero sostuvo que "era 100 por ciento apto para el vuelo, sin ningún tipo de peculiaridad".
Infografía. (Crédito: EFE)
Legado del 11-S: Cabinas inexpugnables
De acuerdo a lo explicado hoy por los investigadores, la cabina o "cockpit" del Airbus A320 siniestrado es inaccesible en caso de bloqueo interno de sus códigos, como al parecer hizo Andreas Lubitz.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, en los que varios terroristas suicidas lograron hacerse con los mandos de cuatro aviones que estrellaron contra las Torres Gemelas y el Pentágono, se actualizaron los protocolos de seguridad relativos a ese compartimento.
A partir de aquellos ataques se reforzaron las medidas de seguridad para acceder al compartimento desde donde se toman todas las decisiones de vuelo, de forma que desde el interior se puede bloquear la puerta para hacer la cabina inaccesible.
"Antes teníamos una puerta de cabina que se abría desde fuera y desde los atentados los aviones llevan puertas de seguridad", explicó a la agencia EFE un piloto retirado con unas 15.000 horas de vuelo y seis años de experiencia gobernando un Airbus A320, el mismo modelo de la compañía alemana Germanwings que se estrelló el martes.
Desde el 11-S, para entrar a la cabina hay que hacer sonar un timbre. El comandante o el copiloto verifican con una cámara instalada fuera que "no hay nada extraño y accionan un interruptor para abrir la puerta", explicó la fuente.
"Si se hacen varias llamadas y en la cabina no contestan al código de aviso, se puede introducir un código de emergencia y a los 30 segundos se abre la puerta automáticamente. Pero en la cabina pueden bloquear ese código, de forma que nadie puede abrir la puerta y acceder al 'cockpit'", agregó el comandante retirado.
Tras los atentados del 11-S las cabinas de los aviones se construyeron para ser inaccesibles desde el exterior. (Foto: EFE)
El interruptor tiene tres posiciones (neutral, abrir, bloquear) y el piloto y copiloto tienen "control absoluto", porque "no hay una apertura por control remoto".
"El comandante y el copiloto, que disponen de una cámara en la puerta que enfoca hacia fuera, son quienes autorizan la entrada en la cabina. Si estos bloquean la puerta, nadie desde fuera del avión puede desbloquearla, ni el fabricante ni la aerolínea", confirmó a EFE un antiguo ingeniero aeronáutico de Airbus.
Los aviones de aerolíneas comerciales van equipados con un hacha y con una palanca de un metro de largo para responder a eventuales incidentes, pero ambas herramientas viajan en la cabina, un compartimento similar en todos los aparatos de Airbus.
Según este ingeniero, la cabina es "similar a la de un conductor de autobús, pero con muchos más botones", de forma que quepan dos personas separadas por un set de mandos.
"Son todas muy parecidas -agregó-, iguales casi al 99 por ciento para que cuando una aerolínea forma a un piloto en el dominio de un A320 este también pueda gobernar un A319 y un A321".
La comunicación con la torre de control solo se produce desde la cabina y, aunque ya hay aviones que están incorporando internet con wifi para los pasajeros, a 30.000 o 35.000 pies de altura "no funcionan las comunicaciones con teléfono móvil", recordó el comandante.
Las víctimas no se dieron cuenta de lo que iba a suceder hasta el último instante, explicó la Fiscalía. (Foto: EFE)
La normativa internacional estipula que los pilotos comerciales deben someterse a un reconocimiento médico anual hasta los 60 años y cada seis meses de los 60 a los 65, edad máxima hasta la que pueden trabajar.
"Incluye un examen general de cuerpo, taquicardias, electrocardiograma, análisis de orina y de sangre, análisis de consumo de drogas y, a veces, una entrevista con un psiquiatra", describió el expiloto.
El A320 es el avión bandera del fabricante aeronáutico europeo Airbus, con sede en Toulouse, Francia, y en la actualidad se operan en todo el mundo 6.191 de esas aeronaves bimotor y de un solo pasillo que, en su modelo más habitual, tiene capacidad para 150 pasajeros y autonomía para 3.300 millas náuticas (6.150 kilómetros).
Con 11.537 pedidos en total y 6.452 aparatos entregados desde su vuelo inaugural en 1987, el A320 es actualmente el segundo avión más vendido del mundo, solo superado por el Boeing 737 estadounidense.
