La ONU, Human Rights Watch y Amnistía Internacional habían pedido clemencia.
Acusaron faltas al debido proceso y al respecto de los derechos humanos.
La ejecución se efectuó con público en la cárcel Pul e Charkhi de Kabul.
Las autoridades afganas ahorcaron este miércoles a un mafioso y cinco violadores pese a múltiples solicitudes internacionales contrarias a la ejecución que acusaban irregularidades en el juicio.
Los ajusticiamientos se llevaron a cabo en la cárcel Pul e Charkhi de Kabul, dijo un miembro de la Oficina del Fiscal General.
Los cinco violadores fueron condenados a muerte a principios de septiembre por ultrajar a cuatro mujeres a finales de agosto, en un juicio criticado por defensores de derechos humanos.
El suceso ocurrió cuando los asaltantes, vestidos de policías pararon a las afueras de Kabul a cuatro vehículos que regresaban de una boda, robaron a los pasajeros, se llevaron a las cuatro mujeres a un lugar apartado y las violaron.
Una de las víctimas falleció posteriormente en el hospital y el caso suscitó una ola de reacciones en las redes sociales en Afganistán, algo inusual en un país muy tradicional y machista.
El proceso judicial contra los violadores fue muy irregular "desde el inicio, empezando por las declaraciones públicas del anterior presidente, Hamid Karzai, pidiendo antes de que comenzase el juicio una rápida sentencia a muerte" hasta denuncias de confesiones bajo coacción, denunció Human Rights Watch (HRW).
La ONU, además HRW y Amnistía Internacional, pidió al nuevo presidente afgano, Ashraf Gani, que se cancelara la ejecución.
También fue ahorcado hoy un conocido mafioso local, Habib Istalif, que fue condenado por asesinato, robo armado, secuestro y el robo de tres millones de dólares del Banco Mundial, según el diario afgano Khaama.
Afganistán ha ejecutado a 18 personas entre 2009 y 2013, según Amnistía Internacional.
