Este viernes, el juez argentino Claudio Bonadio, quien mantiene procesada a la ex presidenta Cristina Fernández por operaciones del Banco Central e investiga supuestas irregularidades en la empresa Los Sauces, de la que es accionista, negó que sienta hostilidad personal contra ella.
En declaraciones realizadas a la radio trasandina La Red, Bonadio, fuertemente criticado por el kirchnerismo en los últimos años y acusado públicamente por Fernández de sostener una cruzada contra ella, aseguró que le causan "gracia" las interpretaciones "de los demás" sobre que "detesta" a la ex presidenta.
"Objetivamente, trato de esas cuestiones sentimentales o pasionales sublimarlas frente a la prueba y así decir si para adelante para la derecha o para la izquierda. Cuando uno pierde la objetividad comete errores", prosiguió.
Además, aunque "todos somos personas" afectadas por las percepciones individuales, Bonadio subrayó que los jueces tienen "instancias de revisión que no les permiten hacer cualquier cosa".
Oleada de causas judiciales contra el kirchnerismo
El magistrado, responsable de algunas de las causas más mediáticas del país, también repasó la situación actual del Poder Judicial argentino y la oleada de causas judiciales contra el kirchnerismo desatada tras la asunción de Mauricio Macri como presidente.
"Cambió el clima de la Argentina, no solo la Justicia", opinó, además de negar que en las últimas semanas hayan perdido impulso las investigaciones de presunta corrupción, tal y como han afirmado algunas voces recientemente desde el oficialismo.
Respecto a los casos que lleva desde su tribunal, Bonadio hizo mención a una petición suya recientemente interpuesta para que "se inhiba" el juez que desestimó el año pasado la denuncia presentada contra Cristina Fernández por el fallecido fiscal Alberto Nisman, cuatro días antes de morir, en circunstancias aún por aclarar.
La denuncia fue rechazada por inexistencia de delito, pero Bonadio explicó que en el momento en el que se dieron las supuestas negociaciones él había recibido denuncias de familiares de víctimas que plantearon que había "serias irregularidades".
