Marcos Jacobo Levín fue sentenciado a 12 años de prisión.
Para el tribunal, Levín fue partícipe necesario del secuestro y los tormentos aplicados en 1977 a un trabajador y delegado sindical de su empresa.
Levín es el primer empresario condenado en Argentina por crímenes de lesa humanidad.
Por primera vez la justicia argentina condenó a un empresario por cometer, durante la última dictadura militar en ese país, crímenes de lesa humanidad contra un empleado de su propia compañía.
Marcos Jacobo Levín, dueño de la empresa de transporte "La veloz del norte", fue condenado a 12 años de prisión por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de la provincia argentina de Salta.
Para el tribunal, Levín fue partícipe necesario del secuestro y los tormentos aplicados en 1977 a un trabajador y delegado sindical de su empresa, según detalló la página web de la Procuración General de Argentina.
En el mismo juicio, también recibieron penas de 12 años el ex comisario Víctor Hugo Almirón y el ex subcomisario Víctor Hugo Bocos, quienes fueron considerados coautores de los crímenes contra el ex trabajador Víctor Manuel Cobos.
Levín es el primer empresario condenado en Argentina por crímenes de lesa humanidad contra un empleado de su propia dependencia.
Detalles del caso
En el proceso se juzgaron los hechos sucedidos a partir del 22 de enero de 1977, cuando Cobos fue detenido mientras estaba por salir de viaje de servicio.
Según la investigación, un auto trasladó a la víctima a la comisaría de la que Almirón era titular, donde también estaban detenidos ilegalmente otros 20 trabajadores.
Allí, Cobos fue torturado a golpes, mientras los policías le demandaban que declarara que robaba boletos de viaje de la empresa de transporte en la que trabajaba.
Con una falsa causa penal por defraudación, la policía finalmente reconoció la detención de Cobos, pero el trabajador recuperó la libertad en abril de 1977, tras ser sobreseído.
El tribunal no difundió los fundamentos del fallo, que se darán a conocer el próximo 23 de mayo, pero consideró que los crímenes que sufrió Cobos son "pertenecientes a la categoría de lesa humanidad", por lo que también son considerados imprescriptibles.
