Los propietarios la bautizaron "Coco" y contaron que se comía "tres conejos vivos" cada 15 días.
El reptil fue requisado por las autoridades.
La difusión de esta fotografía generó indignación en las redes sociales en Argentina.
Una familia argentina residente en el barrio Altos de Podestá, en el Partido de Tres de Febrero, en la Provincia de Buenos Aires, mantenía una serpiente pitón reticulada de 3,5 metros de largo como mascota.
Según informó Noticias3defebrero.com.ar, el hecho llegó a conocimiento de las autoridades tras la denuncia de un "vecino indignado".
El secretario de Gobierno Jorge Urrutia recibió en su correo electrónico un mensaje junto a una fotografía en la que se veía a un pequeño hijo de un año de la familia junto a la pitón, de color amarillo, escalando la puerta de entrada.
Tras esto, personal del Comando de Prevención Comunitaria y de la Dirección de Antropozoonosis llegó al inmueble, para requisar al reptil.
"Coco" -como fue apodada la serpiente- es originaria del Sudeste Asiático y se alimentaba de "tres conejos vivos" cada 15 días, contaron los propietarios, que dijeron haberla comprado "hace un año".
El animal fue trasladado de forma provisoria al Serpentario del Instituto Malbrá, pero su dueño, "un hombre de aproximadamente 35 años, manifestó su deseo de recuperarla en el corto plazo", informó Noticias 3 de febrero.
Expertos indican que la pitón reticulada puede llegar a alcanzar los ocho metros de largo y pesar hasta 135 kilos. Es carnívora y se alimenta de roedores, aves y otros reptiles. Mata a sus víctimas por estrangulamiento o constricción.
"La teníamos en una pecera y la sacábamos sólo para limpiar", explicó Fernanda, la dueña de casa, quien aseguró que el reptil "no suele tener contacto con los niños".
La serpiente "no es tocada por los chicos. La fotografía fue algo excepcional", agregó la mujer, quien explicó que para manipularla "se le rocía agua antes de agarrarla, para que no se sienta atacada".
"Una serpiente no es una mascota"
Desde la Dirección de Antropozoonosis de Tres de Febrero señalaron al diario Clarín que la decisión de retirar al reptil fue "estrictamente por un tema de seguridad".
"Una serpiente no es una mascota y las personas muchas veces no se dan cuenta del riesgo que significa tener un reptil en una casa", criticó Eduardo Rainés, el director de Antropozoonosis del municipio.
"Un juez decidirá destino de la serpiente", agregó el funcionario.
