Una familia completa fue detenida por el asesinato del menor de 11 años, en Santiago del Estero, en Argentina.
Uno de los imputados incluso participó en las marchas que reclamaban justicia por el pequeño.
Mario Agustín Salto, de 11 años, fue secuestrado cuando iba a pescar a una laguna cercana a su hogar.
Un año y medio después de que se descubriera el cuerpo descuartizado del pequeño Mario Agustín Salto, de 11 años, en Santiago del Estero (Argentina), este martes se reveló qué fue lo que ocurrió con el menor cuyo caso despertó diversas manifestaciones al otro lado de la cordillera.
"Marito", como cariñosamente le decían, desapareció el 31 de mayo de 2016 cuando, luego de salir del colegio, fue a su casa para buscar la caña de pescar. Esa fue la última vez que lo vieron con vida. El pequeño tomó su bicicleta rumbo a la Laguna de Quimilí a la cual nunca llegó.
Según reveló la justicia este martes, Mario fue secuestrado en el camino, lo sometieron a un ritual satánico donde fue violado y descuartizado cuando aún estaba con vida. Los responsables, una familia completa, metieron los restos del menor en diversas bolsas y las arrojaron, publica hoy el diario Clarín.
La jueza del caso, Rosa Falco, contó que "Marito" fue asesinado "durante un ritual satánico". Así, acusó de "violación seguida de muerte" a cinco miembros de una familia: Miguel Ángel Jiménez (58), alias "El Brujo"; su hijo Miguel Ángel (23); su esposa, Arminda Lucrecia Díaz (57), directora de la Escuela 1214 y docente del Profesorado Secundario para Adultos; el hijo de la mujer Alfredo Daniel Albarracín (22) y Pablo Ramírez (38), alias "El Loco".
"El Brujo" Jiménez, según contó la magistrada, participó incluso en algunas marchas realizadas en la ciudad para esclarecer el caso que conmociona a Argentina.
"Gracias a Dios está todo resuelto, está cerrado el círculo, tenemos autores intelectuales, autores materiales. Hemos encontrado muchísimas evidencias que nos demuestran que Marito ha sido víctima de un crimen ritual, se puede afirmar", dijo Falco al diario El Liberal.
El caso logró esclarecerse gracias al rastrillaje que realizó la Policía con perros adiestrados, los que señalaron la casa de esta familia. En el lugar, relata Clarín, se encontró un altar donde se realizaban los ritos satánicos.
El cuerpo de "Marito" fue encontrado dos días después de su desaparición en varias bolsas en las cercanías de la laguna donde el pequeño quería ir de pesca.
