El presidente boliviano, Evo Morales, evaluó este sábado el primer año de Gobierno de su homólogo estadounidense, Donald Trump, y consideró que estuvo caracterizado por el "racismo y belicismo".
"Con su racismo y belicismo puso en peligro, en repetidas oportunidades, la existencia misma de la especie humana", escribió el gobernante boliviano en Twitter, en un mensaje en el que añadió que Trump "mostró su desprecio por los pueblos del mundo y por la Madre Tierra".
Morales ha sido uno de los presidentes sudamericanos más críticos con el presidente de Estados Unidos, al que ha recriminado varias veces su postura migratoria, la distancia que ha tomado con los compromisos medioambientales globales y su política en torno a la crisis en Venezuela.
Durante el primer año de Trump en la Casa Blanca, el Gobierno boliviano ha mantenido la misma distancia que con los antecesores del magnate, George W. Bush y Barack Obama.
Frías relaciones con EE.UU.
La relación de Bolivia con Estados Unidos se mantiene únicamente a nivel de su encargado de Negocios como máximo representante de la delegación estadounidense en el país andino desde 2008.
Ese año Morales expulsó del país al entonces embajador en La Paz Philip Goldberg, acusándolo de conspirar contra su Gobierno.
Algunas medidas posteriores del Gobierno del país andino fueron la expulsión de la agencia antinarcóticos estadounidense, DEA por sus siglas en inglés, y en 2013 de la dedicada al desarrollo, Usaid, bajo acusaciones de supuesta conspiración, imputaciones que desde Estados Unidos siempre han rechazado.
En 2011 ambos países firmaron un acuerdo de "respeto mutuo" que planteó como uno de sus objetivos la reposición de embajadores, cosa que hasta el momento no ha sucedido.
Las tensiones más recientes se dieron en noviembre pasado, cuando Morales acusó al ex encargado de negocios estadounidense Peter Brennan de conspirar en su contra basado en unas reuniones que el diplomático tuvo con líderes de la oposición boliviana.
