Joao Vaccari es acusado de propiciar donaciones ilegales al PT por empresas que pagaban sobornos para adjudicarse contratos.
"Aparece como uno de los operadores recaudadores", explicó la Fiscalía.
Este nuevo episodio de la crisis vuelve a golpear la figura de la presidenta Rousseff, fuertemente cuestionada desde la ciudadanía y la oposición.
La temperatura política en Brasil por el escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras aumentó este miércoles con la detención de Joao Vaccari Neto, el tesorero del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece la presidenta Dilma Rousseff.
El tesorero fue detenido por agentes de la Policía Federal en la puerta de su casa de la zona sur de Sao Paulo a primera hora de la mañana, cuando salía a correr, como hace todos los días, y no ofreció resistencia, según dijo a los periodistas un portavoz policial.
Vaccari está acusado de haber actuado para que empresas constructoras que, presuntamente, pagaban sobornos para ganar contratos de Petrobras, realizaran a cambio donaciones a la colectividad. De acuerdo al Ministerio Público, la imputación está basada en la declaración de un corrupto confeso, Pedro Barusco, ex gerente de servicios de la petrolera.
Vaccari, secretario de Finanzas del PT, "aparece como uno de los operadores recaudadores político partidarios dentro del proceso de Petrobras", informó el fiscal Carlos Fernandes Santos Lima en Curitiba, capital del estado sureño de Paraná, donde el juez federal Sergio Moro encabeza la investigación.
Según el fiscal, una imprenta de la ciudad de Sao Paulo que figura a nombre de sindicalistas vinculados al Gobierno fue utilizada para lavar dinero por parte de Vaccari, que fue antes dirigente de la Central Única de Trabajadores (CUT).
Las acusaciones en su contra incluyen sospechas de lavado de dinero y un comportamiento "sospechoso" que va de 2004 hasta 2014, incluida la compra de un departamento en la playa y unos 300.000 reales (equivalentes a 60 millones de pesos chilenos) depositados en pequeñas cantidades en la cuenta de su esposa durante tres años, detalló el persecutor.
Junto con la detención del tesorero, también fue emitido un pedido de arresto de su cuñada, Marice Correa, basado en una orden de "prisión temporal" suscrita por del juez Moro. La mujer está prófuga.
En tanto, la esposa del tesorero Vaccari, Gisela Lima, fue intimada a declarar ante los investigadores en calidad de testigo, según informaron fuentes policiales.
El antecesor de Vaccari, Delubio Soares, ya cumple condena por corrupción tras haber admitido su participación en la recaudación y distribución de dinero ilegal en el escándalo conocido como "mensalao" (gran mesada), que estalló en 2005 y causó la peor crisis del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
El juez Moro, en el reciente pedido de captura, sostuvo que Vaccari "ofrecía un riesgo especial para la continuación del delito" si seguía al frente del cargo que ocupa. El político declaró la semana pasada ante una comisión investigadora del Congreso y negó las acusaciones en su contra.
"Detención injustificada"
Tras la detención de Joao Vaccari, el Partido de los Trabajadores anunció, mediante un comunicado, su renuncia al cargo de tesorero.
"Por asuntos de orden práctico y legal, Joao Vaccari Neto solicitó su separación de la Secretaría de Financias y Planificación del PT", informó la colectividad, que solidarizó con el personero y su familia.
El partido calificó la detención como "innecesaria e injustificada", apuntando a que desde el inicio de las investigaciones Vaccari se mostró a disposición de las autoridades y acudió a una comisaría cuando fue convocado para interrogatorio.
"Reafirmamos nuestra confianza en la inocencia de Joao Vaccari Neto no sólo por la conducta que mantuvo al frente de la Tesorería, sino también porque, bajo el dominio del Estado Democrático de Derecho, prevalece el principio fundamental de que todos son inocentes hasta que se pruebe lo contrario", agrega el comunicado.
La nota fue divulgada por la dirección del PT tras una reunión de urgencia y a puerta cerrada entre el presidente de la formación, Rui Falcao, y el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, uno de los principales líderes y fundadores de la formación.
"Prisión política"
Vaccari fue llevado en automóvil los 405 kilómetros que separan Sao Paulo de Curitiba, hoy epicentro de la investigación del escándalo que supone, con este nuevo capítulo, otro revés más a la recuperación de popularidad que la presidenta Dilma Rousseff pretendía conseguir con un panorama político menos turbulento.
Además de ex directivos de Petrobras, se encuentran detenidos en Curitiba ejecutivos de las empresas constructoras acusadas de pagar sobornos para ganar contratos.
Al menos 48 políticos están siendo investigados por la Corte Suprema por sus posibles nexos con el escándalo, entre ellos los titulares de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y del Senado, Renan Calheiros, ambos del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del vicepresidente Michel Temer.
El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, quien forma parte del PT, ha sido hasta ahora el único miembro del Gobierno en pronunciarse sobre la detención de Vaccari. Dijo que "un Gobierno que apoya las investigaciones jamás se queda preocupado" e indicó que él mismo le informó a Rousseff sobre la detención.
En el Congreso el jefe del bloque de diputados del PT, Sibá Machado, afirmó que la detención "es una prisión política" y denunció que existe una "orientación deliberada" contra el partido para que los delatores del caso involucren a Vaccari.
