Presionada por el avance del proceso de impeachment en el Congreso, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, está analizando "seriamente" la posibilidad de dejar el cargo y convocar a elecciones anticipadas.
Así lo afirmó el diario O Globo, uno de los más leídos de Brasil, citando a fuentes anónimas del Palacio del Planalto.
De acuerdo con la versión, la mandataria pretende hacer el anuncio por cadena nacional el viernes, cinco días antes de que el pleno del Senado vote si la somete a un juicio político por haber -supuestamente- adulterado las cuentas públicas en los últimos años con el objetivo de esconder el déficit fiscal y asegurarse la reelección en 2014.
Según las fuentes, Rousseff señalaría a la población que está dispuesta a renunciar a su cargo siempre y cuando también lo haga el vicepresidente, Michel Temer, miembro del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), hasta hace poco principal socio del Partido de los Trabajadores (PT) en la coalición gobernante, quien asumiría la presidencia en caso de que la jefa de Estado fuese destituida por el Congreso.
En las últimas semanas, tras el retiro del PMDB del Gobierno, Rousseff acusó públicamente a Temer de ser "uno de los jefes de la conspiración" que busca derrocarla.
De asegurarse ambas renuncias, el Gobierno enviaría al Congreso una propuesta de reforma constitucional que permitiría que las elecciones presidenciales se realicen extraordinariamente junto a los comicios municipales del próximo 2 de octubre.
Fuentes cercanas a Temer afirman, no obstante, que éste no está dispuesto a dar un paso al costado bajo el argumento de que la solución no se ajusta a la Constitución.
