El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó este martes que el Senado "le ha fallado al pueblo estadounidense" con su rechazo a cuatro medidas encaminadas a lograr mayor control de las armas de fuego en el país, calificado, por otro lado, por la Casa Blanca como una "vergonzosa exhibición de cobardía".
"La violencia de las armas requiere más que momentos de silencio. Requiere acción", escribió Obama en su cuenta oficial de Twitter.
Con su "fracaso" en la "prueba" que supuso la votación de este lunes sobre las medidas para el control de las armas, "el Senado le ha fallado al pueblo estadounidense", agregó.
Una semana después de la masacre en un club nocturno de Orlando, que dejó un saldo de 50 fallecidos en el tiroteo más mortífero de la historia de EE.UU., el Senado rechazó cuatro propuestas legislativas para aumentar el control de las armas de fuego en el país.
Ninguna de las cuatro medidas propuestas logró el mínimo necesario de 60 votos para salir adelante, ya que los senadores votaron en clave marcadamente partidista, con la oposición de los progresistas a las iniciativas de los conservadores y viceversa.
Dos de las medidas que se votaron (una demócrata y otra republicana) eran bastante similares en cuanto a su objetivo, el de impedir que personas investigadas por terrorismo puedan comprar armas.
La tercera propuesta, presentada por los republicanos, hubiese dificultado que los historiales de las personas con enfermedades mentales pudiesen ser añadidos a bases de datos de potenciales compradores de armas.
Y la última propuesta, presentada por los demócratas, buscaba requerir a todos los compradores de armas del país pasar antes una comprobación de sus antecedentes, algo que hoy en día no sucede en todos los estados.
Según una encuesta de la cadena CNN divulgada este lunes, un 92 por ciento de los estadounidenses apoya que todo aquel que quiera comprar un arma de fuego se someta antes a un control de antecedentes.
Mientras, un 85 por ciento de los encuestados está a favor de prohibir la compra de armas a las personas incluidas en la lista de sospechosos de terrorismo que elabora el Gobierno.
