Tópicos: Mundo | EE.UU.

Hombre cargó una cruz por 160 kilómetros para concientizar sobre el cáncer infantil

Publicado:
Autor: Cooperativa.cl

Rubén Loya es padre de una niña a quien se le diagnosticó la enfermedad a los seis años.

Afirma haber recibido "un mandato de Dios".

Hombre cargó una cruz por 160 kilómetros para concientizar sobre el cáncer infantil
 Carry Their Cross / FB

"Esto no es nada para lo que mi hija u otros niños han cargado en sus espaldas por el cáncer", explica Rubén Loya.

Llévatelo:

El padre de una menor sobreviviente de cáncer recorrió más de 160 kilómetros en California (EE.UU.) cargando sobre sus hombros una pesada cruz de madera para crear conciencia sobre esta enfermedad, que aqueja a miles de niños en el mundo.

Rubén Loya recorrió esa distancia desde el Condado de Riverside hasta San Diego, en el estado de California, para cumplir lo que aseguró ser "un mandato de Dios".

"Es una cruz muy pesada, más de 80 libras (más de 36 kilos), pero esto no es nada para lo que mi hija o otros niños han cargado en sus espaldas por el cáncer", declaró a la agencia EFE este hombre de ascendencia mexicana y padre de tres niños.

La terrible enfermedad llegó a la familia Loya en 2011, cuando le encontraron a la pequeña Christina, en ese entonces de seis años, un tumor de 10 centímetros en el hígado.

Las esperanzas de una pronta recuperación se desvanecieron cuando los médicos descubrieron que la masa había crecido otros seis centímetros.

"La enfermedad de mi hija me hizo abrir los ojos y darme cuenta de lo terrible que es esto", advirtió Loya.

La batalla contra el cáncer

La niña que estuvo entrando y saliendo por más de un año de los hospitales soportó 10 sesiones de quimioterapia, pero no fue sino hasta que obtuvo un trasplante de hígado que logró superar la batalla contra el cáncer el año pasado.

Aunque su hija ya había sido dada de alta y es considerada como una paciente en remisión de cáncer, el fantasma de este padecimiento siguió atormentando a Loya, un soldado activo de la Marina de Estados Unidos.

El caso de la niña Jade Baeza, quién sufrió una recaída de leucemia, lo inspiró a hacer algo para llamar la atención de su comunidad.

"Él quería hacer algo y estaba preguntándole a Dios qué hacer, y un día se levantó diciendo: 'Tengo que cargar una cruz y que la gente se dé cuenta de que hasta una simple oración puede ayudar'", explica su esposa, Lizeth.

La hazaña de Loya

En octubre de 2013, cuando su hija ya se había recuperado, Loya hizo su primer gran recorrido en el sur de California, siempre vestido con su uniforme de soldado.

"Cuando estaba caminando, la gente lo encontraba y lo paraban para darle agua y comida, le contaban sus historias y le decían: 'Reza por mí, por favor'", relata la esposa.

Fue tanta la entrega de ese primer trayecto que ni el nacimiento del menor de sus hijos lo hizo apartarse de su promesa.

Con la cruz a cuestas Loya llegó al Hospital de Niños de Loma Linda en San Diego, donde Baeza y decenas de personas lo esperaban y lo recibieron como un héroe.

 

Imagen foto_00000028
(Foto: Carry Their Cross / Facebook)

 

Pocos días después de cumplir su promesa, la niña Baeza recibió la buena noticia de que había un donador compatible.

Aunque parecía que la labor de este soldado por atraer las miradas hacia esta enfermedad quedaría ahí, este año Loya decidió repetir la odisea y hacer un llamado a nivel nacional para crear conciencia sobre cómo la comunidad puede aportar a la causa contra el cáncer.

"Son cosas simples, como la donación de sangre, que pueden ayudar. Nosotros vivimos lo que es no tener sangre y tener que viajar dos horas para conseguirla", explicó Loya, quien llegó con la cruz hasta el Centro de Donación de Sangre de la Cruz Roja Americana de Santa Ana, California.

Además de la donación de sangre y el registro para buscar donantes de médula ósea, Loya pide a la gente una oración por los enfermos.

El llamado del padre

La cruz está poco a poco llenándose de nombres de personas por las que se ha pedido sanación.

No obstante, este año Loya está buscando quién pueda cargar la cruz por él. En 2015, Loya podría estar asignado fuera de Estados Unidos para prestar servicios y no quiere que este llamado se termine aquí.

"El llamado es para las familias hispanas, tenemos que unirnos y crear una red de apoyo y soporte alrededor de esta cruz", advirtió Lizeth, quien es oriunda de Michoacán (México).

Mientras encuentra a quién pasarle la cruz de madera, Loya seguirá cargando a cuestas el mensaje de que no se puede esperar a que la enfermedad llegue a su familia para hacer algo por combatirla.

"Hay mucho por hacer, donar sangre, donar dinero, enviar una carta, rezar, colocar un mensaje en Facebook, hay que dejar un legado de que hay lucha contra esta enfermedad", concluyó Loya.

LEER ARTICULO COMPLETO

Suscríbete a nuestro newsletter