Anders Behring Breivik denunció a la dirección del penal de Ila por supuesto maltrato psicológico.
El trato recibido en la cárcel ha sido criticado en varias ocasiones por Breivik en cartas enviadas a medios nacionales y extranjeros.
Breivik cumple condena por los atentados de 2011 en ese país nórdico.
Las autoridades de Noruega archivaron este lunes por falta de pruebas la denuncia del ultraderechista Anders Behring Breivik, que cumple condena por los atentados de 2011 en ese país nórdico, contra la dirección del penal de Ila por supuesto maltrato psicológico.
"La policía ha investigado el caso para determinar si las condiciones de cumplimiento de la pena violan las leyes vigentes, pero no ha encontrado nada punible", informó en un comunicado la Policía de Asker y Bærum, bajo cuya jurisdicción está esa prisión.
Breivik presentó hace un año una denuncia contra el director de la cárcel, Knut Bjarkeid, y la entonces ministra noruega de Justicia, Grete Faremo, en la que aseguraba que el régimen en prisión atentaba contra las disposiciones legales sobre tortura.
El trato recibido en la cárcel ha sido criticado en varias ocasiones por Breivik en cartas enviadas a medios nacionales y extranjeros.
Las autoridades penitenciarias concedieron hace unos meses a petición de Breivik su traslado provisional al penal de Skien, al sur de Oslo, donde ya había estado recluido antes, aunque consideraron probable que sea devuelto a Ila, al oeste de la capital.
El motivo es que la cárcel de Ila es la principal institución para quienes como Breivik han sido sentenciados a custodia, prisión prorrogable de forma indefinida que puede equivaler a cadena perpetua.
El ultraderechista noruego, de 34 años, fue condenado en agosto de 2012 a custodia de 21 años, con un cumplimiento mínimo de 10, al ser considerado penalmente responsable de los atentados.
Breivik hizo estallar una furgoneta bomba en el complejo gubernamental de Oslo el 22 de julio de 2011, causando la muerte a ocho personas.
Inmediatamente después se trasladó en coche a la isla de Utøya, al oeste, donde perpetró una matanza en el campamento de las Juventudes Laboristas, donde fallecieron otras 69 personas.
