El ex presidente polaco Lech Walesa, histórico líder del sindicato Solidaridad, negó haber sido informador del espionaje comunista de su país en la década de 1970, como denunció el Instituto para la Memoria Nacional de Polonia, organismo público que investiga los crímenes del comunismo.
En una conferencia de prensa este martes, el histórico activista anticomunista, distinguido con el Nobel de la Paz en 1983, se refirió a estas acusaciones como "humillantes" y aseguró que los servicios secretos comunistas nunca pudieron comprarle ni sobornarle.
El pasado martes 31 de enero, el Instituto para la Memoria Nacional de Polonia hizo público un informe grafológico que avalaría que Walesa es el autor de la firma de recibos en los que aceptaba pagos a cambio de confidencias, lo que demostraría su vinculación con los servicios de información del periodo comunista entre los años 1970 y 1976.
"Yo no soy el autor de esas firmas", dijo Walesa en sus primeras declaraciones desde que el instituto publicara ese informe, resultado del análisis de unos documentos que estaban en poder del último ministro del Interior comunista, Czeslaw Kiszczak.
Los documentos que apuntan a Walesa. (Foto: EFE)
Según el presidente del organismo, Jaroslaw Szarek, las informaciones proporcionadas por Walesa se centraron en las actividades de sus compañeros en los astilleros de Gdansk.
Walesa ha admitido que en el pasado firmó bajo presión un compromiso para convertirse en informador de los servicios secretos, pero siempre ha insistido en que nunca actuó como tal ni recibió dinero del comunismo.