Acusan que el reo fue "torturado" mientras era transferido de la prisión.
La versión de Israel es que el hombre se ahorcó en su celda.
Prisionero se entregó a la policía israelí después de atropellar a un grupo de colonos.
Los palestinos acusaron este martes a Israel de la muerte de uno de sus presos en un hospital de la ciudad de Beer Sheva poco después de ser transferido desde un centro penitenciario.
El preso, Raed al-Jabari, murió en el hospital Soroka, según el ex ministro palestino de Asuntos para los Prisioneros Isa Qaraque, tras haber sido "torturado" mientras era transferido de la prisión de Ofer, al sur de Ramala, a la de Eshel, en el sur.
Qaraque consideró a Israel responsable de su muerte y pidió abrir una investigación sobre el caso.
Ofer Lefler, portavoz del Servicio Israelí de Prisiones, dijo por su parte que Al-Jabari se colgó en su celda, y que fue su compañero el que alertó a los guardias, informa la edición electrónica del diario Yediot Aharonot.
Además informó que el fallecido no era considerado un caso extremo como para suicidarse, y aseguró que se ha abierto una investigación sobre el suceso y que la Cruz Roja Internacional ha recibido notificación del caso.
El suicidio no es más que una excusa
Los palestinos rechazan las explicaciones israelíes y aseguran que el suicidio no es más que una excusa que se dio a los otros presos del centro Eshel.
Abd al-Salam al-Jabari, padre del prisionero, responsabilizó a Israel de la muerte y afirmó que el domingo su hijo había hablado con su mujer e hijos y que estaba en perfectas condiciones, según la agencia local Maan.
A decir de este medio, Al-Jabari se entregó a la policía israelí el pasado 26 de julio después de atropellar a un grupo de colonos en un cruce de Cisjordania, en un suceso que calificó de accidente.
Los casos de los prisioneros palestinos arrestados en Israel, más de 4.000, suponen uno de los asuntos más sensibles en la sociedad palestina y en el pasado ha sido motivo de disturbios fuera de los centros penitenciarios.
