La información fue dada a conocer esta tarde por el procurador general, Jesús Murillo.
Los jóvenes fueron vistos por última vez con vida el pasado 26 de septiembre.
Los jóvenes fueron privados de la libertad, de la vida, incinerados y arrojados al río San Juan, informó el fiscal Murillo.
Las pruebas científicas y periciales confirman "a plenitud" que los 43 estudiantes desaparecidos en México el 26 de septiembre fueron asesinados e incinerados en un basurero del municipio de Cocula a manos de miembros del crimen organizado, informó el procurador general de la República, Jesús Murillo.
A partir de 487 dictámenes periciales, contrastados con las 386 declaraciones de los 99 detenidos y dos reconstituciones de hechos, Murillo confirmó que "ha quedado acreditado" de un modo "contundente" que los jóvenes fueron privados de la libertad por policías de Iguala, asesinados, incinerados y arrojados al río San Juan por los criminales.
Esta información fue proporcionada este martes en una conferencia de prensa en la capital mexicana un día después de que se cumplieran cuatro meses de la desaparición de los estudiantes y miles de mexicanos marcharan exigiendo justicia y verdad.
Murillo fue acompañado en la conferencia por el director en jefe de la Agencia de Investigación Criminal de México, Tomás de Zerón de Lucio, y en ella, el procurador manifestó que la detención de Felipe Rodríguez Salgado fue clave para la investigación, ya que éste confesó su participación en el asesinato e incineración de los normalistas.
Según la confesión de Rodríguez Salgado, los estudiantes fueron acusados de formar parte de un grupo criminal antagónico, lo que originó el crimen.
Pruebas del crimen
De acuerdo a lo informado por el procurador, las pruebas periciales confirman que los normalistas fueron quemados en una hoguera que alcanzó los 1.600 grados centígrados, gracias a la combustión de neumáticos, leña y a la orografía del terreno, de unos 40 metros de profundidad.
En la investigación fueron encontrados en el suelo del basurero de Cocula residuos de petróleo y gasolina con alto grado de deterioro por el fuego, aluminio fundido -principalmente latas- por la exposición al calor intenso, tres zonas con cenizas y fragmentos de neumáticos con huellas de carbonización.
El fuego que se prolongó por más de 12 horas hizo que la mayoría de los miles de restos que fueron encontrados en bolsas de basura junto al río y en el lugar de la hoguera quedaran tan dañados que no se les puede extraer los datos genéticos para confirmar su identificación.
De estos restos, 17 fueron enviados a un laboratorio de Austria, donde los forenses sólo lograron la identificación de uno de los estudiantes, Alexander Mora, bajo métodos rutinarios, por lo que los otros 16 restos van ser sometidos a una técnica más prometedora, pero cuyos resultados tardarán "un buen tiempo".
También el análisis balístico permitió determinar que los estudiantes recibieron disparos con armas que portaban policías municipales y que estuvieron involucrados funcionarios de Iguala y Cocula.
El fiscal explicó que el caso no está cerrado del todo porque aún hay seis órdenes de aprehensión pendientes, entre ellas la del secretario de Seguridad Pública de Iguala, Felipe Flores, quien es considerado una de las piezas "fundamentales" de lo ocurrido.
