Un tribunal de Seúl comenzó a juzgar a la ex ministra de Cultura surcoreana por la creación de una lista negra de artistas críticos con la ex presidenta.
Un tribunal de Seúl comenzó a juzgar a la ex ministra de Cultura surcoreana, Cho Yoon-sun, por la creación de una lista negra de artistas críticos con la ex presidenta Park Geun-hye en el marco de la trama de corrupción de la "Rasputina".
En el banquillo de los acusados se sentó también el ex asesor de presidencia Kim Ki-choon, considerado cómplice en la creación del mencionado directorio.
Antes de comenzar la primera sesión del juicio, la ex ministra dijo que existían "malentendidos" con respecto a los cargos que se le imputan y que espera poder aclararlos durante el proceso.
El abogado de Kim por su parte, defendió su inocencia y dijo que el ex asesor no es más que un "chivo expiatorio" dentro de lo que considera un complot con motivaciones políticas, informó la agencia Yonhap.
Aunque la lista negra aún no ha sido revelada públicamente, en Corea del Sur se habla de casi 9.500 personas del mundo de las artes a las que se incluyó en la misma por sus posiciones críticas con la administración y que por ello perdieron su derecho a recibir subvenciones públicas y otras ayudas.
Entre los nombres incluidos en la lista estarían actores y directores de cine de prestigio internacional como Song Kang-ho, Park Chan-wook, Kim Ki-duk, Lee Chang-dong, Lee Woo-jin o Ryoo Seung-wan, o escritores de la talla de Han Kang, ganadora del Premio Man Booker 2016 por su novela "La vegetariana".
Cho y Kim, que dejó de ser asesor de Park en 2015, fueron detenidos el pasado enero por supuestamente crear y gestionar esta lista.
Cho se vio obligada a dimitir de su cargo poco después de su detención.
Esta lista vendría a ser un instrumento más dentro de la trama de coacción y extorsiones supuestamente orquestada por Choi Soon-sil, figura central del escándalo de corrupción que ha sacudido el país y apodada como la "Rasputina" por su cercanía con la presidenta Park.
La fiscalía considera que la ex mandataria, destituida el 10 de marzo y en prisión preventiva desde hace una semana, y su amiga confabularon para crear una red de tráfico de influencias que, entre otras cosas, extorsionó unos 70 millones de dólares a grandes compañías surcoreanas.
El escándalo ha sacudido los cimientos políticos y empresariales de la cuarta economía de Asia y ha supuesto la primera destitución de un presidente de Corea del Sur desde que el país volvió a celebrar elecciones democráticas en 1987.
