El pontífice discutió sobre la situación de los "curas casados" en una reunión privada en Roma.
El año pasado Francisco explicó que el celibato "no es un dogma de fe".
El papa Francisco señaló estar dispuesto a debatir sobre el voto de castidad impuesto por la Iglesia Católica a los sacerdotes y miembros de órdenes religiosas.
Según información divulgada por la agencia católica SIR (Servizio Informazione Religiosa), el pontífice se abrió a la discusión sobre los "curas casados" durante un encuentro a puertas cerradas que sostuvo con el clero romano con ocasión del inicio de la Cuaresma.
De acuerdo a la publicación, al ser consultado sobre este tema por uno de los sacerdotes presentes, Giovanni Cereti, Francisco aludió a la situación de las iglesias católicas de rito oriental, que permiten que hombres casados puedan ser ordenados sacerdotes.
"El problema está presente en la agenda", afirmó Francisco, según SIR.
En la misma reunión, que tuvo lugar en el Aula Pablo VI o Sala Nervi del Vaticano, Francisco reveló que el pasado 10 de febrero pasado celebró una misa en la capilla de Santa Marta -donde vive-, junto a siete curas que celebraban los 50 años de sacerdocio.
En la ocasión estuvieron presentes cinco ex sacerdotes que abandonaron el ministerio para casarse.
Antecedentes
A propósito de esta noticia el diario argentino La Nación recordó que, según información surgida en Brasil, hace unos meses el papa le escribió una carta al cardenal Claudio Hummes en la que le planteó la posibilidad de poner en marcha una reflexión sobre el celibato eclesiástico relativo a los denominados viri probati, es decir, hombres probados, no jóvenes, casados, de virtudes conocidas, que llevan una vida familiar y religiosa ejemplar, a quienes algunos consideran que se les pueden confiar tareas en la Iglesia equivalentes a las de los sacerdotes.
"Se trata de una cuestión en discusión especialmente en las partes del mundo donde hay comunidades católicas que no tienen acceso a misa por falta de sacerdotes. Hasta ahora, y ateniéndose a la ley del celibato en la Iglesia latina, los sínodos de obispos no han tomado una decisión respecto de la ordenación de hombres casados reconocidos como buenos católicos", consignó La Nación.
Si bien la carta de Francisco al cardenal Hummes fue desmentida por Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, el sacerdote jesuita señaló que "es verdad que el Papa ha invitado en más de una ocasión a los obispos brasileños a buscar y a proponer con coraje soluciones pastorales que consideren aptas para enfrentar los grandes problemas pastorales del país".
En mayo del año pasado el papa dijo que el celibato "no es un dogma de fe" y "la puerta siempre está abierta" para una discusión, aunque agregó que esto no era una urgencia por tratarse de un asunto "secundario".
La Nación recordó además que, siendo arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio siempre tuvo una relación muy cercana con la viuda de Jerónimo Podestá, el obispo de Avellaneda que en los años 70 provocó gran escándalo al casarse con su secretaria, Clelia Luro.
