Luisa Ortega acusó a la superpotencia de protagonizar “las principales guerras que estremecen al planeta".
"¿Quién juzga a Estados Unidos?", se preguntó.
La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, indicó este domingo que EE.UU. no tiene "autoridad moral" para emitir informes sobre derechos humanos y defendió como "soberana" la decisión anunciada por su país de retirarse de la CIDH.
La abog
ada arguyó que el país del norte es "protagonista de las principales guerras que estremecen al planeta" y se preguntó "¿quién lo juzga a él?".
"¿Quién levanta informes y hace el seguimiento para sancionar y castigar a los responsables de esos delitos?", y agregó que Estados Unidos "tiene más presos en el mundo en relación con su población".
El pasado 24 de mayo, un informe del Departamento de Estado estadounidense, acusó al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de violar en 2011 derechos económicos y de propiedad a través de la Ley Habilitante, que le concede poderes especiales para aprobar leyes.
"Estados Unidos no tiene autoridad moral para estar emitiendo esos informes contra todo el mundo" señaló Ortega en una entrevista transmitida por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
Campaña internacional
Según Ortega, existe una campaña internacional contra el Estado venezolano tras indicar que "no solamente es el informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos", sino también del Parlamento Europeo.
Esta última entidad instó el pasado jueves a Venezuela a reconsiderar su plan de retirarse de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), al señalar que tal salida puede llevar al país al aislamiento y a un "mayor deterioro" de su historial en la materia.
Ortega consideró que "indudablemente eso es una decisión soberana" de Venezuela y observó que el pronunciamiento del Parlamento "vulnera la autodeterminación de los pueblos".
"Los pueblos son soberanos en sus decisiones, en sus leyes, la forma cómo se rigen, cómo se regulan", añadió.
Fue el pasado 30 de abril que el presidente Chávez anunció que Venezuela se retirará de la CIDH, órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), acusándolo de ser un mecanismo que EE.UU. usa contra su país, tras considerar además que incluso respaldó el intento de golpe de Estado contra el Gobierno bolivariano en abril de 2002.
