Colombia y Venezuela ratificaron el retorno de sus respectivos embajadores al vecino país.
Ambos presidentes estuvieron acompañados de sus pares de Uruguay, Tabaré Vásquez, y de Ecuador, Rafael Correa.
Durante la vocería no se realizaron anuncios de fondo y se espera que continúen las negociaciones entre ambas naciones.
Una extensa reunión sostuvieron en Ecuador los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Venezuela, Nicolás Maduro, durante la cual lograron un principio de acuerdo para abordar la crisis fronteriza entre ambos países y que se extiende por más de tres semanas.
Tras el encuentro los jefes de Estado ofrecieron una conferencia de prensa, en la que compartieron algunas de las apreciaciones y conclusiones de esta cita.
En su intervención, Nicolás Maduro enfatizó en que "no hay cabida para el odio, para la intolerancia ni para el revanchismo. La única cabida que hay es para el dialogo, para la hermandad y para la superación de los problemas que tenemos".
Por su parte, Juan Manuel Santos señaló que durante la reunión "le expresé con toda sinceridad al presidente Maduro que nosotros respetábamos todo lo que hacía Venezuela, si quería cerrar la frontera, si quería deportar a los colombianos que no tuvieran sus papeles en regla, está en todo su derecho".
"Lo único que le pedíamos era que respetara los derechos de estos colombianos, el debido proceso. Quedamos en que se iba a investigar qué había pasado; también algunos incidentes en la frontera de violación del espacio aéreo", añadió el mandatario colombiano.
Uruguay y Colombia como mediadores
Durante el encuentro, ambos mandatarios estuvieron acompañados de sus homólogos de Uruguay, Tabaré Vásquez, y de Ecuador, Rafael Correa, quienes participaron como testigos y mediadores del encuentro.
Fue este último el encargado de leer una declaración precisando más detalles de la reunión, en la que se trataron puntos como "la progresiva normalización de la frontera", la "coexistencia de los modelos económicos, políticos y sociales de cada país" y "un llamado al espíritu de hermandad y la unidad, propiciando un clima de mutuo respeto y convivencia".
Durante la vocería no se realizaron anuncios de fondo y se espera que continúen las negociaciones entre ambas naciones, que sí ratificaron el retorno de sus respectivos embajadores y la progresiva normalización de la frontera.
Esta instancia pone fin a una crisis surgida tras la decisión del presidente de Venezuela de decretar el 19 de agosto el cierre parcial de la frontera, a lo que siguió la expulsión de más de 1.600 colombianos de territorio venezolano, según cifras de organismos de la ONU.
Otros 19.000 abandonaron Venezuela por decisión propia, de acuerdo con un informe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
