La Municipalidad pospuso el cierre mientras se define la relocalización.
Los comerciantes mantienen su rechazo al cambio.
Los locatarios dicen que serán llevados a lugares con menos visitantes más delincuencia.
La Municipalidad de Santiago acordó con los comerciantes del Portal Bulnes -más conocido como "El portal de las carteras"-, que fue cerrado el día martes, prorrogar hasta el próximo 11 de enero su funcionamiento en el mismo lugar.
Debido al Plan de Mejoramiento de la Plaza de Armas la alcadía resolvió mover a los locatarios del recinto, que funciona hace 80 años.
En las últimas horas "se llegó a un acuerdo: ellos han aceptado que va a haber una relocalización", dijo la alcaldesa Carolina Tohá.
"Nos vamos a dar 10 días para definir -dentro de las alternativas que están disponibles- cuál ellos prefieren. Nosotros estamos en condiciones de instalar su nuevo lugar en poco tiempo, una vez que resolvamos cuál de ellas (las alternativas) es la que escogen, y en el intertanto van a hacer funcionar sus locales, mientras se llega a este acuerdo", señaló la jefa comunal.
Locatarios disconformes con alternativas
La Municipalidad propuso tres opciones: una a un costado del Instituto Nacional en la calle Arturo Prat, otro en el Portal Ariztía de la calle San Antonio y el último a la salida del Metro Cal y Canto, cerca de La Piojera.
"Ninguno de estos lugares nos acomoda, por el hecho de que no tienen la afluencia de público" que sí tiene la Plaza de Armas, replica Fernando Gómez, vocero del grupo, insiste en que todos los cambios los perjudican.
"Por este pasaje circulan alrededor de un millón de personas diarias y en ninguna parte de Chile vamos a poder encontrar ese flujo de gente. Lo otro es que llevamos una clientela cautiva durante 80 años, somos como una marca registrada –'El Portal de las Carteras'-", explica el comerciante.
"Es difícil comenzar en un lugar nuevo, donde no conocemos a la gente, no conocemos el entorno. Muchos o varios de estos lugares tienen un alto índice de delincuencia", apuntó el representante de los 22 locatarios afectados por la medida.
En tanto, Mary Díaz, quien lleva 22 años trabajando en el lugar, aseguró que "estamos súper angustiados, con pena, quizás con un poco de rabia por haber perdido el fallo. Tenemos mesa técnica de aquí al 10 de enero para poder fijarnos dónde nos vamos".
"Yo me quiero quedar acá, porque esto es patrimonio y porque Santiago y la gente quieren que estemos acá, pero ya el fallo se perdió", añadió la locataria.
