El máximo tribunal revocó una decisión anterior del ministro Lamberto Cisternas.
Encausó, entre otros, a Pedro Espinoza, Raúl Iturriaga Neumann, Michael Townley y Mariana Callejas.
"Están haciendo lo correcto, pero esto tendría que haber sucedido hace muchos años", reaccionó Carmen Soria, hija del ex diplomático español.
En un fallo dividido, la Corte Suprema resolvió este miércoles someter a proceso a 15 ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por los delitos de asociación ilícita y homicidio calificado en el caso del diplomático español Carmelo Soria Espinoza.
La Segunda Sala del máximo tribunal, integrada por los ministros Haroldo Brito, Gloria Ana Chevesich, Carlos Aránguiz, Andrea Muñoz y Carlos Cerda, revocó la resolución del ministro instructor Lamberto Cisternas, quien había rechazado los procesamientos.
Así, quedaron procesados como autores de los delitos de homicidio calificado y asociación ilícita los agentes Pedro Octavio Espinoza Bravo, Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, Guillermo Humberto Salinas Torres, Jaime Enrique Lepe Orellana, René Patricio Quilhot Palma, Pablo Fernando Belmar Labbé, Michael Vernon Townley, Armando Fernández Larios, Virgilio Paz Romero y Juan Morales Salgado.
En tanto, como autores de asociación ilícita fueron encausados Mariana Callejas Honores, María Damiani Serrano, Ricardo Muñoz Cerda y Carlos Sáez Sanhueza.
Finalmente, en calidad de cómplice del delito de homicidio calificado de Carmelo Soria se procesó a José Lagos Ruiz
Como Fernández Larios, Townley y Paz Romero se encuentran fuera de Chile, el abogado querellante, Alfonso Insunza, pedirá que sean extraditados desde Estados Unidos.
"Debiera pedirse la extradición vía Corte Suprema a Estados Unidos para extradición de Townley, Virgilio Paz y Armando Fernández Larios. Fernández Larios y Townley están protegidos en el caso Letelier por Estados Unidos y lo más probable es que niegue la extradición, pero es necesario pedirla, porque si los sometieron a proceso ahora es porque se amerita que existen antecedentes para considerarlos responsables del delito y es necesario efectuar este trámite de extradición", indicó el abogado.
Los hechos
Carmelo Soria Espinoza, ciudadano español que también gozaba de nacionalidad chilena, trabajaba en 1976 como jefe del Departamento Editorial del Centro Latinoamericano de Demografía, organismo perteneciente a la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) y dependiente de la Organización de las Naciones Unidas.
La resolución de la Corte Suprema (ver archivo adjunto) dio por establecido que el 14 de julio de ese año "fue detenido por un grupo de individuos pertenecientes a la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA, que lo trasladó en su vehículo Volkswagen a un inmueble ubicado en vía Naranjo N° 4925, Lo Curro".
"En este lugar los esperaban o se les unieron durante su permanencia ahí otros miembros también pertenecientes a la DINA. En ese recinto Carmelo Soria Espinoza fue sometido a interrogatorios, apremios físicos y, posteriormente, ya muerto a consecuencia de la violencia ejercida, los autores buscaron la impunidad del delito simulando un desbarrancamiento del referido automóvil Volkswagen, para lo cual, además, causaron en la víctima un forzado estado de ebriedad", señala el fallo.
El máximo tribunal señaló esta "detención ilegal y muerte", así como los actos posteriores, destinados a ocultar las reales circunstancias en que ocurrió, "fueron planificados y ejecutados en cumplimiento de las órdenes dadas por quienes se desempeñaron como jefes o superiores jerárquicos de la DINA, entre ellos, Juan Manuel Guillermo Contreras Espinoza y Pedro Octavio Espinoza Brazo, organización que fue creada y operó con el objeto de perseguir, detener y asesinar sistemática y clandestinamente a opositores políticos del gobierno de la época y a quienes colaboraban con ellos, como lo estimaron era el caso de Carmelo Soria".
"Nada que celebrar"
"No tenía ninguna expectativa sobre este fallo", admitió en conversación con Cooperativa Carmen Soria, hija del diplomático, apuntando al tiempo tardío de estos procesamientos.
"Creo que (los jueces) están haciendo lo correcto, (pero) no hay nada mucho que celebrar, porque esto tendría que haber sucedido hace muchos años atrás", señaló.
"En eso yo ya no creo en la Justicia ni nada, la Justicia tendría que haber actuado hace muchos años con muchos otros casos y no lo ha hecho", insistió Soria, señalando que tampoco espera "nada".
"La labor que yo debo hacer ante la injusticia que se ha cometido en el asesinato de mi padre, en la injusticia que ha cometido la Justicia... a mí no me queda más que creer en la funa, y en yo hacerme cargo de que si yo veo a quiénes asesinaron, torturaron a mi padre o a cualquier otra persona lo veo en la calle, hacerle la vida imposible", finalizó la editora.
