Manuel Guerrero Antequera recordó en Cooperativa la fecha que hace 29 años marcó un quiebre en la dictadura.
"La Justicia es la que trae la paz", recalcó.
Manuel Guerrero Ceballos fue asesinado hace 29 años.
Manuel Guerrero Antequera, hijo de Manuel Guerrero Ceballos, uno de los profesionales asesinados en el denominado caso degollados, señaló que en el caso de su padre "hay una justicia parcial", por lo que la democracia "aún nos debe bastante" a los familiares de las víctimas.
A juicio de Guerrero, este 29 de marzo nos debe recordar "que la democracia que tenemos aún nos debe bastante, porque el sacrificio de nuestros familiares fue muy grande, entonces, nosotros como hijos exigimos muchísimo a esta democracia, muchísimo más de lo que ha estado dando hasta ahora".
"Ni siquiera a los animales se les asesina de esta forma, entonces para nosotros la infancia quedó trizada. Pero al mismo tiempo, es una fecha de sentimientos encontrados, porque por una parte se trata de un asesinato, de un crimen de Estado, y por otra parte se trata de personas maravillosas", apuntó en conversación con El Diario de Cooperativa.
"Mi padre, José Manuel (Parada), Santiago (Nattino), eran profesionales, ciudadanos democráticos, estaban por una cultura de la paz, luchando en distintos frentes, en los profesores, en la Vicaría, desde el diseño, para conquistar la democracia y nos los arrebataron", añadió Guerrero.
El hijo del profesor del Colegio Latinoamericano de Integración, remarcó que "gracias a su entrega, como el de los hermanos Vergara, el de Paulina Aguirre Tobar, que también fueron asesinados ese 29 de marzo, es que finalmente pudimos conmover a la sociedad chilena para que dijera basta y recuperar la democracia y derrocar a la dictadura".
Justicia parcial
Para Guerrero Antequera, "en el caso específico de mi padre hay una justicia parcial. Tenemos el extraño privilegio, gracias a la lucha enorme que llevaron adelante nuestras madres con nosotros de la mano y muchísimas organizaciones, la Iglesia, los partidos de oposición, la sociedad civil, la sociedad internacional, logramos que este caso tuviera una visibilidad como tal vez no lo han tenido otros".
"Logramos una justicia parcial porque logramos que renunciara un miembro de la Junta Militar, eso no es poco, es bastante para lo que era la época. Logramos que fuera disuelta la Dirección (de Comunicaciones) de Carabineros, logramos demostrar que aquí hubo un crimen de Estado, logramos meter a la cárcel a los ejecutores materiales", añadió.
"Sin embargo, hay impunidad respecto de los altos mandos, hay una impunidad de lo que el mismo ex Presidente Piñera llamó los cómplices pasivos, como Sergio Onofre Jarpa, Francisco Javier Cuadra y una serie de otras personas que hoy ocupan cargos de distinto tipo", remarcó Guerrero.
El hijo de la víctima resaltó que "no puedo hablar de justicia total, mientras siguen siendo miles los familiares de detenidos desaparecidos que están buscando los restos de sus compatriotas, que son los hermanos, compañeros, camaradas de mi padre, José Manuel y Santiago. Falta mucho todavía por hacer".
Gesto valiente de Sebastián Piñera
De acuerdo con Guerrero Antequera, el recocimiento de los cómplices pasivos de la dictadura por parte de Sebastián Piñera "para el sector de la derecha pinochetista que gobernaba fue una señal fuerte y a mí me parece que fue un gesto valiente de parte del Presidente Piñera, al mismo tiempo de las contradicciones de su mandato".
"Apenas asumió, como familiares tuvimos que volver al bandejón central, porque puso a cargo de Gendarmería a (Iván) Andrusco, que era un funcionario de la Dicomcar, que tenía mando y que estuvo ocultando hechos para la investigación durante mucho tiempo. Logramos que lo sacara", apuntó.
"Después cerró el penal Cordillera, porque no es posible que algunos presos, de los peores delincuentes que hay como Contreras y otros, tuvieran un hotel cinco estrellas. Otra señal muy potente, pero al mismo tiempo otorgó beneficios carcelarios para los asesinos materiales de mi padre", añadió Guerrero.
