Hay estudiantes de colegios particulares reciben la asistencia de alimento.
Además, hay liceos que no han tenido autorización sanitaria para operar.
En un liceo estudiantes pertenecientes a una orquesta sinfónica recibían el beneficio, pero no participaban de las actividades del citado proyecto.
Fiscalizadores de la Contraloría General de la República realizaron una auditoría a la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), que proporciona alimentos a niños vulnerables, donde se detectaron una serie irregularidades en el reparto de alimentación durante el verano.
Se encontró que estudiantes de colegios particulares reciben la asistencia de alimento, una orquesta sinfónica inscrita como beneficiados y hasta cocinas de escuelas y liceos que no han tenido autorización sanitaria para operar, según informó La Segunda.
Esto es parte de una investigación que realizó la contraloría al programa que entregó la Junaeb el verano pasado, en cuyo informe de 30 páginas se detectaron anomalías como en el Liceo Polivalente de Talagante, que postuló con un proyecto donde 24 estudiantes pertenecientes a una orquesta sinfónica recibían el beneficio.
Eso sí, no participaban de las actividades recreacionales del citado proyecto.
Además, se indicó que educadores no elaboran un registro de asistencia de menores beneficiados y que menores inscritos no pertenecen al plantel educacional.
También se detectó que existen números de RUT de alumnos y datos de colegios que no estaban en la base de datos del ministerio de Educación, sumándose a eso que 108 alumnos que reciben el beneficio, "de los 503 visitados en terreno, es decir un 37 por ciento, no se encuentran como beneficiarios del programa".
El informe, además, objeta el control sanitario de las comidas. En unos casos no se llenan los formularios para clasificar los alimentos o informar la fecha de la recepción y no se fiscaliza si empresas concesionarias cumplen con entrega de comida.
A esto se suma que la Contraloría reveló que de los 1.938 colegios beneficiados de la Región Metropolitana, 1.371 (un 70 por ciento) no tiene autorización sanitaria para que opere la cocina y que las raciones de comida no son sometidas a exámenes de laboratoria.
