Académicos, parlamentarios, ex ministros y dirigentes estudiantiles salieron a defender esta medida, eje de la reforma educacional.
Se manifestaron en respuesta a una carta similar que la criticaba y la señalaba como perjudicial para la calidad.
"La gratuidad no afectará la calidad en la educación", dicen los firmantes, que llamaron al Gobierno a cumplir con sus compromisos.
Representantes del mundo político, académico y social expresaron este sábado su rechazo a una publicación que calificó la gratuidad como "regresiva" y que afirmó que esta medida "podría afectar la calidad" de la educación.
"No existe evidencia seria que permita apoyar estas afirmaciones", señala una misiva firmada por 69 personalidades de diversas áreas, entre las que se incluyen diputados, senadores, académicos, ex ministros, dirigentes y ex dirigentes estudiantiles.
La carta, publicada este sábado en el diario El Mercurio, surge en respuesta a otra misiva "firmada por (47) personas vinculadas a la educación" aparecida en el mismo diario el 6 de septiembre y que plantea el carácter regresivo de la gratuidad.
Dicha declaración fue suscrita por connotadas personalidades políticas, incluyendo a varios ex ministros de la Concertación. Entre los firmantes se encontraban Mariana Aylwin, Joaquín Lavín, Eduardo Aninat, Hugo Lavados, José Pablo Arellano, Carolina Schmidt, Pilar Armanet, Javier Etcheberry, Rolf Lüders, Vittorio Corbo, Rafael Bergoeing, Joseph Ramos, Ernesto Tironi, Harald Beyer, Luis Riveros, José Joaquín Brunner, Alejandro Ferreiro, Felipe Morandé, Arturo Fontaine, Klaus Schmidt-Hebbel, Pedro Pablo Rosso, Cristián Larroulet, Felipe Larraín, Eugenio Tironi y Fernando Coloma.
La réplica conocida hoy comienza recordando que en las últimas elecciones presidenciales seis de los nueve candidatos propusieron la gratuidad en la educación.
En su conjunto obtuvieron el 74 por ciento de los votos, y -a juicio de los firmantes- ello dejó claro que "los chilenos entienden que existen esferas de la sociedad que no pueden ni deben estar sujetas a las leyes del mercado".
"En educación superior esta lógica se ha usado más intensamente y se ha traducido en la existencia de verdaderas fábricas de títulos profesionales, en los aranceles (PPP) más altos de la OCDE y en un alto endeudamiento de las familias. La ausencia del Estado en este ámbito es incuestionable", señala la carta.
"No es regresiva ni afecta la calidad"
"El gasto público en Chile en educación superior alcanza sólo el 24,2 por ciento del gasto total, mientras que en los países de la OCDE es un 69,2 por ciento (OCDE, 2014). Esta situación no es sostenible", enfatiza la misiva.
Para quienes suscriben el texto, "la gratuidad universal de la educación superior no es regresiva".
"Mientras los ingresos de los hogares del 10 por ciento más pobre aumentarían en 26,7 por ciento, los ingresos del 10 por ciento más rico aumentarían en 2,2 por ciento (Casen, 2011). Más aun, si ésta se financia con impuestos progresivos o con un impuesto especial a los graduados del sistema, los ricos terminarán contribuyendo tres veces más a la educación superior que lo que actualmente pagan".
En segundo lugar, "así como la gratuidad no es condición suficiente para lograr calidad, ésta no la afecta negativamente".
"La calidad del sistema se ve afectada por diversos factores, entre ellos la forma como se entregan los aportes del Estado (subsidio a la demanda vía becas y créditos). Este mecanismo ha generado una expansión inorgánica, descontrolada y segregada del sistema", argumentan.
Para los firmantes, "se debe tener claro que la solución no pasa por otorgar gratuidad universal a través de un voucher a los estudiantes. Tal como lo hacen muchos países de la OCDE, la gratuidad debiera organizarse con la lógica del financiamiento adecuado a las instituciones", sostienen.
"Le pedimos al Gobierno cumplir sus compromisos, lo que implica avanzar decididamente en la consolidación de los principios de la reforma y así lograr gradualmente una transformación de nuestro sistema educativo en todos sus niveles, garantizando que la educación ya no sea una mercancía, sino un derecho social que beneficie a todos los chilenos y chilenas".
Los firmantes
Entre los firmantes de "Gratuidad y calidad en la educación superior" -la carta de hoy- destaca un conjunto de parlamentarios en ejercicio, como los comunistas Lautaro Carmona, Karol Cariola y Camila Vallejo, los independientes Gabriel Boric y Giorgio Jackson; los DC Mario Venegas, Aldo Cornejo, Gabriel Silber, Víctor Torres, Yasna Provoste y Jorge Pizarro; los socialistas Fulvio Rossi, Fidel Espinoza y Maya Fernández; los PPD Jaime Quintana, Cristina Girardi y Rodrigo González y el radical Alberto Robles.
También firman ex ministros como Clarisa Hardy, Carlos Ominami, Laura Albornoz,
Paulina Veloso, Claudia Serrano, Jorge Arrate y María Soledad Barría; y representantes del Partido Progresista como Marco Enríquez-Ominami y Patricia Morales.
Suscriben la misiva académicos como Fernando Atria, María Olivia Mönckeberg, Claudio Fuentes, Manuel Antonio Garretón, Alfredo Joignant, Juan Manuel Zolezzi, Pablo Oyarzún, Carlos Ruiz Encina y Cecilia Sánchez; dirigentes y ex dirigentes estudiantiles como Naschla Aburman, Francisco Figueroa, Nicolás Grau, Tomás Leighton y Ricardo Paredes.
Destacan también otras figuras como el documentalista Ignacio Agüero, el Premio Nacional de Artes Plásticas Gonzalo Díaz, el sacerdote Felipe Berríos y los economistas Marco Kremerman y Manuel Riesco.
