El domingo de Pascuas o de Resurrección, como se conoce tradicionalmente, es una celebración del cristianismo que, con el correr de los años, incorporó la figura del "conejo de Pascua" y los huevitos de chocolates para celebrar, entre los creyentes, la resurrección de Jesús.
¿Es positivo que los niños crean en esta figura de fantasía? ¿Es mentirles a los niños? Esas fueron preguntas que la psicóloga Alejandra Espinoza, del Centro de Salud Familiar, Cesfam "Las Mercedes" de Estación Central, quiso abordar en estas fechas de Semana Santa.
"Mirado desde esta perspectiva, el conversar del 'conejito de Pascua' no es mentirles a los niños, sino más bien seguir una tradición, leyenda o mito que viene desde nuestros antepasados", señala.
"Lo importante es darle el sentido de acuerdo a nuestras creencias, para que cuando el niño crezca entienda que la leyenda es una historia llena de imaginación y magia que se ha ido manteniendo en el tiempo", agrega.
Según la profesional los niños entre tres a seis años tienden a crear mundos paralelos con su imaginación. "Confunden lo que desearían que sucediera con lo que puede suceder, porque aún no saben diferenciar del todo entre lo real y lo fantástico", sostiene Espinoza.
En ese sentido, para la psicóloga "no es bueno ni malo que los niños crean en este personaje", pero reitera que es trascendental que los padres presenten a sus hijos esta festividad explicándoles que se trata de una ceremonia, para que luego en una etapa más adulta comprendan "el motivo y mensaje" de la celebración y no crezcan "fantaseando con el conejo como algo real", concluye.
Una niña busca huevos de chocolate en medio de la naturaleza durante domingo de resurrección. (Foto: UNO/Archivo).