Formalización del ex canciller del Arzobispado de Santiago es vista como una "luz de esperanza".
"Es preocupante que el Ministerio Público hoy tenga información con respecto a varias denuncias pero no haya dado pasos concretos", afirmó Mauricio Pulgar.
Denunciantes de abusos sexuales en la Iglesia recibieron con esperanza la formalización del ex canciller del Arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz Toledo, aunque si bien se está protegiendo a los afectados, no se ha actuado con la misma celeridad en otros casos.
Para Mauricio Pulgar, ex seminarista que denunció abusos por parte del retirado obispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte, "lo que está haciendo el Ministerio Público obviamente es una luz de esperanza para nosotros de que existe una acción concreta hacia víctimas con el afán de protegerlas".
"Pero, por otro lado, también es preocupante que el Ministerio Público hoy tenga información con respecto a varias denuncias pero no haya dado pasos concretos para decir que van a hacer algo. En este momento no sabemos si lo están haciendo de manera interna", agregó.
"Impresiona la envergadura del caso"
En tanto, Osvaldo Aravena, uno de los representantes de la Red de Laicos y Laicas de Chile, señaló que impresiona la envergadura del caso del ex canciller del arzobispado, y espera que se avance en la limpieza de la iglesia.
"Sorprendido más que nada por la envergadura, por la amplitud del daño que se está causando a niños inocente, donde sacerdotes que han estado vinculados a la jerarquía de la iglesia de Santiago, durante años han estado abusando sexualmente y han sido protegidos", enfatizó Aravena.
La confianza en la iglesia
La Iglesia, a diferencia de otras instituciones como colegios, no tiene obligación de derivar los casos a la justicia civil y muchas veces se alude a que las víctimas piden resguardo y que confían en la indagatoria canónica, como lo planteó el experto en la historia de la Iglesia, Marcial Sánchez.
"Lo que se espera de todo ciudadano es que si hay una denuncia, efectivamente se coloque en el tribunal correspondiente, eso se llama criterio", afirmó.
"Lamentablemente, nos hemos dado cuenta de que no ha habido mucho criterio de parte de algunas reparticiones, muchos de estos casos no terminaban en la justicia civil", añadió.
"Lo que hacía el obispo habitualmente era decirles a las personas que hacían la denuncia que ellos fueran las que hicieran la denuncia pertinente en los tribunales correspondientes", concluyó.
El ex canciller del Arzobispado de Santiago, acusado de siete casos de abuso sexual y estupro contra menores, está en prisión preventiva y se prevé que en los próximos días su defensa pida que se revise la medida cautelar.
