La Iglesia Católica informó este viernes el nombramiento de un nuevo obispo para la Diócesis de Copiapó, a pocas horas de conocerse las sentencias vaticanas para dos sacerdotes de la zona -Casiano Rojas y Daniel Pauvif- que fueron expulsados del estado clerical.
"La Nunciatura Apostólica en Chile comunica que el Santo Padre Francisco ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Copiapó presentada por Mons. Gaspar Quintana Jorquera, por razón de edad, y ha nombrado Obispo de Copiapó a Mons. Celestino Aós Braco, (...) hasta ahora Vicario parroquial en la parroquia San Francisco de Asís en la diócesis de Santa María de Los Ángeles", se informó mediante un comunicado.
"La noticia de dicho nombramiento ha sido publicada a las 12:00 hrs de Roma de este viernes 25 de julio, y en forma simultánea ha sido informada en Chile a las 06:00 hrs. locales por el portavoz de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro", agrega la nota publicada en el sitio web Iglesia.cl.
Más severos que con Karadima
Según los comunicados que difundió en la víspera el Obispado de Copiapó, Casiano Rojas, ex director del Liceo San Francisco de Vallenar, incurrió en "conductas abusivas con mayores y con un menor de edad", mientras Daniel Pauvif, ex párroco en Diego de Almagro, cometió "actos gravemente contrarios a la santidad sacerdotal con mayores de edad".
Ambos estaban ya suspendidos, desde la etapa de la investigación, y su salida de la Iglesia es definitiva e inapelable, por provenir directamente del Vaticano.
Según dijo a Cooperativa el vicario judicial de Copiapó, Jaime Pizarro, los delitos -que no están relacionados entre sí- se cometieron en el ámbito privado y la comunidad local se encuentra sorprendida por lo ocurrido.
"Son abusos sexuales. En el caso del padre Daniel es con personas mayores de edad -no hay ningún menor involucrado- y en lo del padre Casiano al parecer habría un menor de edad", indicó Pizarro, quien confirmó que la sanción por estos dos casos es más severa que la impuesta al cura Fernando Karadima.
"Es más grave, porque ellos ya no son sacerdotes, no pueden nunca más celebrar la misma ni ningún sacramento. Karadima sí lo puede hacer en privado y solo. Esto se impone, un poco, teniendo en cuenta la edad de las personas, para que puedan rehacer su vida también... Quedan liberados" y en condiciones "de trabajar, de casarse también, si ellos lo quisieran", dijo Pizarro, quien detalló que los dos curas expulsados "bordean los 60 años" de edad.
