Misa de desagravio en el principal templo de Santiago comenzó a las 12:30.
Arzobispo Ezzati interpuso querella contra responsables de daños.
La Catedral estuvo cerrada durante cinco días.
A las 12:30 de este miércoles se inició la misa de desagravio en la Catedral de Santiago, que permaneció cinco días cerrada tras los daños causados por manifestantes que el jueves pasado participaban en la marcha a favor del derecho de las mujeres a elegir el aborto.
Con pantallas gigantes en la Plaza de Armas y el templo repleto se desarrolló la ceremonia encabezada por el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, cuya primera acción fue lanzar agua bendita a todos los altares profanados.
El deán de la Catedral, Juan de la Cruz Suárez, explicó que "para que se pueda hacer esta misa de reparación el cuerpo del delito no debe estar. Para sacralizar nuevamente".
La autoridad detalló también los trabajos que se efectuaron en el templo: "Hay daños que se mantendrán con el tiempo. Se han reparado las pinturas, las columnas del templo, las cruces invertidas en distintas paredes, los panfletos pegados que hay que retiraros con mucho cuidado porque hay mármol o pintura imitación mármol".
"Los altares en que se escribieron groserías que ustedes perfectamente saben. Hubo que repintar o limpiar para no sacar las pinturas históricas", agregó.
Querella del Arzobispado
Durante la jornada el arzobispo Ezzati presentó una querella contra quienes resulten responsables de los daños en la Catedral.
Hugo Rivera, abogado del Arzobispado, expuso que "las penas van a depender de los delitos por los cuales sean sancionados, que atentan contra la libertad de culto: hay destrucción de confesionarios y se trataron de sacar bancas para quemarlas afuera".
