Con el lema "Créeme, yo creo en ti", el organismo pretende visibilizar los problemas por el consumo problemático de drogas.
Paulo Egenau pidió desestigmatizar y a apoyar a las personas que con este tipo de dificultades.
Egenau llamó a participar en la campaña de captación de socios.
El director social del Hogar de Cristo, Paulo Egenau, se refirió a la campaña que realiza esta institución junto a la Fundación Paréntesis para captar nuevos socios, cuyo lema este año es "Créeme, yo creo en ti".
En conversación con Una Nueva Mañana, Egenau indicó que este año la campaña pretende visibilizar la situación de las personas que tienen problemas con el consumo del alcohol y otras drogas, asegurando que 7 de cada 10 personas logran alcanzar las metas terapéuticas trazadas.
"Creemos en el poder de las personas para cambiar la vida y en una invitación a desestigmatizar y a confiar que cuando le damos oportunidad a la gente, la gente la usa en beneficio propio en forma muy importante", sostuvo Egenau.
El director social del Hogar de Cristo además admitió que para personas que han tenido historias de vida "complicadas", las drogas pueden suponer un camino de solución.
"El sufrimiento provocado por historias de vidas, cargadas de emociones por violaciones, maltratos, victimización, genera tal estado de malestar en los seres humanos que hacemos todo lo posible por salir de ese estado y las drogas y el alcohol son un camino de solución", aseveró.
"Por eso decimos que muchas veces el consumo de drogas puede ser entendido como un intento de autocuidado, como una especie de automedicación. Le suena raro a la gente escuchar eso, pero cuando uno mira el contexto de donde vienen, efectivamente alivio, sedación, evasión, compensación, son consecuencias transitorias de los consumos de distintas sustancias que nos ayudan a aliviar el dolor", enfatizó Egenau.
Por lo mismo, llamó a romper el estigma con el cual son miradas las personas que tienen este tipo de dificultades.
"(Las drogas) perpetúan y dificultan más la vida hacia delante, pero sí pueden ser una respuesta de autocuidado, de autoayuda en contextos de mucha dificultad y eso rompe esta suerte de estigma, de mirar de lejos con temor y desdén a las personas que tienen o han tenido dificultades con las drogas y el alcohol y nos abre un camino a una relación de mucho más de apoyo, más de confianza, más de creer", añadió.
