El sacerdote Marcelo Gidi conversó con Lo que queda del Día
Remarcó que "la política del Papa es generar en la Iglesia un lugar de encuentro".
El Jubileo de la Misericordia se extenderá desde el próximo 8 de diciembre hasta diciembre de 2016.
El pasado 1 de septiembre, el Papa Francisco concedió autorización a los sacerdotes para que absuelvan "el pecado del aborto a quienes lo han practicado y que estén arrepentidos de corazón", durante el Jubileo de la Misericordia que comenzará el próximo 8 de diciembre y se extenderá hasta diciembre del próximo año.
Ante las diversas reacciones que provocó este anuncio, el doctor en Derecho Canónico, sacerdote jesuita Marcelo Gidi, conversó con Lo que queda del Día para profundizar en las razones por las cuales el Sumo Pontífice concedió este permiso.
Al respecto manifestó que "es bien importante entender el contexto y la realidad en la que el Papa se quiere hacer cargo. El contexto del Papa, y es parte de su política eclesial desde que asumió, es generar en la Iglesia un lugar de encuentro con la misericordia de Dios. Por lo tanto él nunca ha juzgado a nadie, sino que siempre ha posibilitado que la Iglesia, con toda su institucionalidad se ponga al servicio de ese perdón".
La Iglesia Católica ejerce una sanción, que puede considerar la excomunión, luego de que se cometan algunos pecados como atentar contra el Romano Pontífice, ofensas graves a la Eucaristía o atentar contra la vida misma. Por lo mismo, el sacerdote remarcó que el aborto "es un pecado, por la gravedad que significa para la Iglesia, y al mismo tiempo es un delito. Entonces eso hace que no todo sacerdote pueda absolver este pecado cuando la persona viene a en condiciones normales confesarse".
De todas maneras explicó que "este Papa no ha hecho nada nuevo, como que digas que ha sacado alguna cartita bajo la manga. Lo que el Papa ha buscado y ha pedido insistentemente es que le den todas las herramientas e instrumentos que la Iglesia actualmente posee para hacer el bien que él quiere que se haga con la Iglesia".
Añadió que una vez culminado el plazo otorgado por Francisco I "hay muchos sacerdotes que durante su ejercicio del Ministerio tienen estas facultades especiales, no es que quede desprovista la persona que quiera confesarse".
Al ser consultado por los dichos del teólogo de la Liberación, Leonardo Boff, a BBC Mundo, apuntando a que este perdón inaugura "otro tipo de Iglesia", el jesuita destacó que "me parece muy bien, porque el perdón de Dios no lo podemos restringir".
"Puede ser una óptima ocasión para iniciar un nuevo camino en la Iglesia", puntualizó.
