"La vida y la integridad de la víctima es nuestra primera preocupación", dijo la Conferencia Episcopal.
Este viernes cerraron en Punta de Tralca su asamblea plenaria.
El vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Alejandro Goic.
La Conferencia Episcopal finalizó este viernes su asamblea plenaria con una declaración en la que manifestó haber recibido con "dolor y vergüenza" la condena al sacerdote de los Legionarios de Cristo John O'Reilly, quien fue declarado culpable de abuso sexual reiterado contra una menor de edad, ex alumna del Colegio Cumbres.
"Con profundo dolor y vergüenza hemos conocido, en su estado actual, una nueva sentencia condenatoria contra un clérigo por abuso sexual a una menor", dijo el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, leyendo una declaración.
"La vida y la integridad de la víctima es nuestra primera preocupación, y tanto a ella como a su familia, así como a la comunidad educativa, expresamos nuestra cercanía y solidaridad", añadió el religioso.
"Temas valóricos"
Durante varios días de conversaciones en el balneario de Punta de Tralca, en la Región de Valparaíso, los 28 obispos de la Iglesia Católica tocaron diferentes temas de interés público, como el aborto, la reforma educacional y el Acuerdo de Vida en Pareja (AVP).
En cuanto al tema del aborto, el nuevo secretario general de la Conferencia, Cristián Contreras, obispo de Melipilla, recalcó: "Defendemos la vida de los más débiles, como son el niño en el vientre de su madre, así como de los enfermos también jóvenes, de los adultos mayores debilitados por los años y el sufrimiento".
A juicio de Contreras, a los adultos mayores, "en vez de una muerte buena y digna, se les quiere ofrecer una opción que jamás será solución: la decisión de quitarle o de quitarse la vida".
Respecto al AVP, los obispos manifestaron su preocupación por la regulaciones de hecho entre parejas de distinto sexo, ya que "el matrimonio no puede quedar relegado a un acto simbólico".
Sobre la reforma educacional, la Conferencia Episcopal aseveró que la Iglesia está de acuerdo con una reestructuración del sistema educativo, insistiendo en la mejora de los establecimientos estatales municipalizados para lograr la inclusión.
