Los 34 representantes de la Iglesia chilena se encontraron con el pontífice en el Vaticano.
"Aquí hay algo juvenil que va a renacer y para eso los viejos tenemos que morir un poco", manifestó Manuel Donoso.
Los 34 obispos chilenos que fueron convocados al Vaticano iniciaron este martes una serie de reuniones con el papa Francisco con el fin de esclarecer las causas de los abusos sexuales ocurridos en el país y de la desinformación del pontífice en el presunto encubrimiento por parte del obispo Juan Barros de los delitos de Fernando Karadima.
El primer encuentro se extendió por un poco más de una hora y los religiosos se retiraron por una puerta lateral sin realizar declaraciones a la prensa.
Sin embargo, el cardenal Francisco Javier Errázuriz fue visto en las calles de Roma, sin esclarecer si participó en la instancia o no, según confirmó Ahora Noticias.
A través de un comunicado, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Greg Burke, confirmó que "hoy, a las 4:00 de la tarde, hora local de Roma, el Santo Padre se ha reunido con 34 obispos chilenos en el 'auletta' del Aula Pablo VI del Vaticano".
"Está previsto un nuevo encuentro para la tarde del miércoles 16 de mayo, y habrá otros dos encuentros el jueves 17 de mayo. Esta tarde, el Papa ha entregado a cada uno de los Obispos el texto con los temas de meditación; desde este momento y hasta la próxima reunión, se abre un tiempo dedicado exclusivamente a meditar y orar", continúa el texto.
El obispo de Puerto Montt, Cristián Caro, indicó que "vamos muy bien (...) estamos rezando y leyendo el texto del papa, es un texto de meditación que escribió el papa para nosotros. Es global y también sobre el tema de los abusos".
Por su parte, el obispo auxiliar de Santiago, Fernando Ramos, comentó que el encuentro "efectivamente fue breve, porque el papa lo decidió así. Hoy día (miércoles) tenemos otro encuentro, estamos en un proceso de poder conversar y poder discernir lo que él vaya sugiriendo".
Defensa de González
Previo a la reunión, el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, se defendió de las críticas de las víctimas de Karadima, quienes aseguraron que no lo conocen y que no han participado en ninguna reunión con él.
"Solamente con uno de los maristas no he hablado, con los demás sí", sostuvo, aunque aclaró que las víctimas con las que habló fueron las que se reunieron con el pontífice en la Nunciatura Apostólica, las que no han sido individualizadas por el Vaticano.
Por su parte, el obispo de Rancagua, Alejandro Goic, planteó que "he venido aquí como todos los obispos, con profunda humildad a escuchar al papa, porque yo estoy seguro de lo que nos va a decir nos va a ayudar mucho, y en segundo lugar con mucha esperanza en la certeza de que vamos a empezar un tiempo nuevo".
Héctor Vargas, obispo de Temuco, aseveró que "hasta después de Roma yo personalmente no voy a hacer declaraciones, porque primero tenemos que escuchar al papa, lo demás todo es elucubración. hay que escuchar al Santo Padre, estamos muy deseosos de escucharlo".
Finalmente, el arzobispo emérito de La Serena, Manuel Donoso, se manifestó "entusiasta, me interesa, aquí hay algo juvenil que va a renacer y para eso los viejos tenemos que morir un poco".
Tras el encuentro, el obispo auxiliar de Santiago, Jorge Concha, confirmó que la cita como mucho se extendió por una hora, descartando referirse a la cita en particular -"no puedo entrar en materia", señaló- y también dijo no conocer la carta del cardenal Francisco Javier Errázuriz en la que dio sus razones para no denunciar los abusos de Karadima.
Agrupación italiana contra abusos: No le creo a la Iglesia
Por otro lado, al ser un caso con una connotación internacional, la Asociación de Víctimas de Abusos Sexuales Cometidos por el Clero en Italia Rete L'Abuso, agrupación que funciona hace 18 años y que reúne a unas 800 víctimas de abusos de este tipo, también se refirió a este tema.
Su presidente, Francesco Zanardi, dijo no fiarse de la reacción de la Iglesia por estos abusos, señalando que no cree en la actitud de perdón ni de vergüenza con que se dicen se presentan los obispos chilenos ante estos encuentros con el papa.
"No, no les creo, esto es lo que yo llamo habitualmente lagrimaciones de la Iglesia Católica", dijo.
"Todas las veces que sucede un acto o un hecho semejante la Iglesia expresa dolor, vergüenza y lágrimas y todas esas cosas, pero si yo cometo algo que me da vergüenza y dolor obviamente ofrezco mis disculpas, pero después me pongo en acción para hacer algo que enmiende la situación, pero aquí siempre es vergüenza y dolor y no se hace nada", añadió Zanardi.
Zanardi sostuvo que actualmente la asociación está abocada a derivar las denuncias de este tipo a la justicia ordinaria y llamó a las víctimas a no esperar actos de perdón ni misericordia por parte de la Iglesia, sino que denunciar rápidamente y esperar sanciones efectivas por parte de los tribunales.
