El fiscal adjunto y jefe de la instancia local de la comuna de Maipú, Tufit Bufadel, valoró la decisión de la Corte de Apelaciones de Santiago de ratificar ocho años de prisión efectiva más el pago de una multa para los dos falsos profesionales de la medicina que ejercieron como docentes en la Universidad del Mar además de prestar servicios en otros sitios.
El tribunal de alzada cerró de este modo la investigación contra Tania González y Héctor Letelier, quienes se desempeñaron como ex titular de la carrera de Enfermería y profesor respectivamente, debido a su responsabilidad en los delitos de ejercicio ilegal de la profesión médica y obtención fraudulenta de fondos públicos.
"Es inédita, se consideraron hechos relevantes. Estamos hablando de personas que durante más de 7 años ejercieron ilegalmente la profesión en diferentes situaciones", explicó Tufit Bufadel a El Diario de Cooperativa citando que además de dictar clases, los condenados sabían en que ambientes desenvolverse.
"Engañaron al Hospital de Carabineros obteniendo que fueran contratados por las atenciones de urgencia y tanto Letelier como la señora González desarrollaron su actividad en lugares donde existe más brecha para la impunidad", añadió el persecutor.
La autoridad del Ministerio Público explicó que Tania González prestó servicios en la Fundación Las Rosas, donde la premura por atenciones médicas es alta, mientras Héctor Letelier se desempeñó en la empresa Help que se caracteriza por atender emergencias.
Delitos involucrados
El fiscal adjunto detalló además que debido a la reiteración de conductas, "el tribunal subió en dos grados la pena", determinando por uso ilegal de la profesión la condena de 5 años y un día, mientras que por la obtención fraudulenta de fondos fiscales, otros 3 años y un día, totalizando ocho años de presidio efectivo.
Dentro de los fraudes involucrados y que incluyen dos multas por 475 mil y 259 mil pesos, también se consignó que la dupla otorgó 68 licencias médicas además de adulterar la cédula de identidad para dar cuenta de su supuesta condición de médicos cirujanos.
Consultado sobre la calidad de las clases universitarias que impartieron los falsos profesionales, Tufit Bufadel aclaró que "los conocimientos entregados estaban errados desde la base, con información sacada de internet, no hay mala educación sino inexistente".
El fiscal concluyó que pese a que el caso en la arista penal se zanjó completamente, en lo civil aún es posible alcanzar penas por posible negligencia de parte de quienes estuvieron a cargo de contratar a los condenados para ejercer como docentes en un establecimiento educacional.
"Ese es un tema que eventualmente es factible y por supuesto se pueden dirigir a efectuar estas acciones donde el resultado dependerá del eventual juicio", finalizó.
