La funcionaria recibió 541 de presidio menor, en su grado medio.
Además fue inhabilitada por tres años para ocupar cargos públicos.
La funcionaria también deberá pagar una multa de 600 mil pesos.
Una funcionaria de Gendarmería fue condenada a 541 días de reclusión menor, en su grado medio, por el delito de cohecho agravado, luego que fuera denunciada por la propia institución al ser sorprendida ingresando teléfonos celulares que vendía a un grupo de internos.
La gendarme, identificada como Paulina Mora Canales, trabajaba en el Centro de Cumplimiento Penitenciario Cauquenes y estos hechos ocurrieron entre diciembre de 2013 y octubre de 2014, indicó el fiscal Francisco Ávila.
"Al menos 20 encomiendas recibidas por parte de la imputada en la sucursal de Chilexpress que contenían teléfonos celulares, los que eran destinados a internos y ella, aprovechando su calidad de funcionaria pública, vulneraba la seguridad y los entregaba en el interior, previo pago de una suma de dinero determinada", dijo el persecutor.
En la indagatoria se le pidió a personal especializado de la PDI revisar las cámaras de vigilancia, en donde se constató la autoría de la mujer en los hechos.
Además de su condena de 541 días de reclusión, la gendarme recibió un castigo de inhabilitación absoluta para ocupar cargos públicos durante tres años, además de una multa de 600 mil pesos en beneficio fiscal.
