El sujeto indicaba a sus víctimas ser experto en impresoras y lavadoras, oportunidad en la que sustraía elementos de valor.
El sujeto realizó el mismo modus operandi en cada una de las oportunidades.
A cinco años de presidio efectivo fue condenado un hombre luego que el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Arica lo declarara culpable como autor del delito de hurtos reiterados entre 2016 y 2017 en la ciudad, con un modus operandi sencillo: se hacía pasar por técnico de electrodomésticos o de impresoras.
Según quedó explicado durante el fallo, la primera vez ocurrió entre marzo y abril de 2016. El sujeto arribó a un domicilio y tres locales comerciales y ofreciendo la reparación de electrodomésticos, sustrajo un teléfono celular en cada uno de los lugares.
El 22 de mayo del mismo año, reiteró el procedimiento en un local comercial frente a Plaza Colón, donde sustrajo una tablet aprovechando el descuido del comerciante.
En julio de 2016 el impostor puso su mirada sobre un local comercial del terminal de buses, donde dijo ser técnico. El dueño del negocio lo llamó para reparar una impresora, pero las intenciones del delincuente eran otras. Sustrajo 150.000 pesos en efectivo.
Un mes después, realizó la misma práctica en una oficina contable, donde robó un teléfono celular.
En 2017 el delincuente obtuvo una radio portátil de comunicaciones. Esto ocurrió en la clínica San José y dos teléfonos celulares desde la empresa Golden Omega.
El caso final ocurrió en mayo del año pasado, en una vivienda de calle Lincoyán. El delincuente simuló necesitar agua para su vehículo y abordó a una dueña de casa. Le comentó ser técnico de lavadoras e ingresó al domicilio para examinar el electrodoméstico de la vivienda. En dicha visita, el hombre se llevó una tablet avaluada en 120.000 pesos.
