La visita se enmarcó en el programa de fiscalizaciones anual del organismo.
La inspección se sumó a la realizada en septiembre por una caldera defectuosa.
La empresa está ubicada en el sector sur de la costa de Arica.
La Superintendencia de Medio Ambiente de Arica encabezó una inspección en el sector costero de Caleta Quiane, con el objetivo de evaluar la pluma de dispersión del efluente líquido que es descargado a través del emisario submarino de la empresa Golden Omega.
La fiscalización contó con la colaboración de Sernapesca, la Armada y Conaf, en el marco del programa que es realizado anualmente y que consideró durante 2018 un total de 25 visitas sorpresas en distintas empresas de la región.
Esta inspección se suma a una realizada el 15 de septiembre pasado producto de la emisión de humo desde una caldera en mantención, la que produjo la denuncia tanto de ariqueños como de la misma seremi de Medio Ambiente.
"Hay ciertos tipos de actividad y proyectos aprobados ambientalmente, cuyos procesos de fiscalización son bastante complejo desde el punto de vista técnico y operativo. No basta con que vaya el fiscalizador y vea, tiene que llevar elementos y aparatos técnicos, incluso requiriendo en algunas ocasiones una fiscalización submarina", señaló el seremi Marcelo Cañipa.
En la oportunidad, se introdujeron dos litros de un trazador químico por el emisario, conocido como rodamina WT. A través de un dron, los fiscalizadores tomaron imágenes a través de una cámara especial, para verificar posibles fugas en el conducto.
Las muestras fueron entregadas a la división de fiscalización y cumplimiento de la Superintendencia de Medio Ambiente, organismo que tomará la decisión final de si iniciar un procedimiento en contra de la empresa, tras estudiar el informe regional.
"Esperamos que en las próximas semanas tengamos los resultados de esa fiscalización. Se tienen ya las muestras, se tiene ya si es que hay o no filtraciones del emisario, pero ahora se está determinando si se sigue adelante un proceso sancionatorio que, incluso, puede acarrear en el peor de los casos la caducidad de la resolución de planificación ambiental", enfatizó Cañipa.
