Médico Eduardo Villalón insistió en que ni enfermeras ni cosmetólogas deben inyectar medicamento.
Recomendó al público informarse sobre los efectos de popular método antiarrugas.
Eduardo Villalón, vocero de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica y Estética, insistió en la importancia de que sea un profesional calificado quien aplique el bótox, a fin de evitar las consecuencias negativas que puede traer la utilización inadecuada del medicamento.
En entrevista para El Diario de Cooperativa, Villalón explicó que el bótox "como cualquier medicamento, sobre todo si es inyectable, no está libre de complicaciones" y que la clave para obtener buenos resultados es la responsabilidad y control en su utilización.
Villalón señaló que "está absolutamente prohibido" que cosmetólogas y enfermeras inyecten el bótox. "Tiene que ser un médico", insistió el profesional, indicando que los más idóneos y expertos en su aplicación son los dermatólogos y los cirujanos plásticos y en algunas ocasiones los oftalmólogos.
El año pasado, 12 personas murieron en Estados Unidos tras inyectarse este producto y, según cifras del Instituto de Salud Pública, en nuestro país cerca de 50 personas ya han presentado cuadros de disfagia o dificultades para comer a causa de su uso.
Según el experto, estas cifras no son para alarmarse, teniendo en cuenta la masiva utilización de esta forma diluida de la toxina botulínica que es ocupada para atenuar arrugas a través de la contractura de los músculos de la cara y que, en los últimos años, ha alcanzado alta popularidad en todo el mundo.
Además, Villalón recomendó al público general informarse sobre este medicamento y acercarse a la comunidad científica, si se tienen dudas sobre éste y su aplicación.
